AYER hubo un ataque de sicarios que se trasladaban en varios vehículos en Ciudad Aldama; el “blanco” eran elementos ministeriales. El tiempo del ataque, la persecución por Aldama y el operativo que montaron por la carretera a Chihuahua para dar con los responsables fue, mínimo, de 30 minutos.
Los elementos policíacos solicitaron el apoyo de la corporación Municipal de Chihuahua, esa que recibió el certificado ISO que la convierte en la corporación más fuerte y preparada a nivel nacional ( según la alcadesa, Maru Campos), pero…no pudieron no siquiera sacar su helicóptero para dar con los sicarios responsables. Sí, esa nave a la que le invirtieron mas de 10 millones para que volviera a volar, y le ponen otros millones más para su mantenimiento. También extrañaron a los mentados drones de 4 millones de pesos que dicen tener en funcionamiento, y esos pudieron haber servido en registrar información desde el aire y transmitirla a un centro de monitoreo y operaciones para dar con los delincuentes, pero no estaban disponibles.
Pues nada de esto ocurrió, y solo montaron por horas un retén en la carretera a Aldama para revisar automóviles, así como recorrido en brechas, pero nada. Los sicarios escaparon y es muy probable que vuelvan atacar.
Mientras esto ocurre, la Policía Municipal recibirá más premios que serán recibidos por el director, Gilberto Loya, y claro…la precandidata a gobernadora por Acción Nacional, Maru Campos.
EL Centro para el Desarrollo Integral Policial (Cedipol), creado de manera exclusiva para el acondicionamiento físico de los policías municipales y sus familias, ahora se ha vuelto un Centro comunitario que cualquiera puede usar con solo presentar su acta de nacimiento.
Los policías aún recuerdan al entonces alcalde, Marco Quezada, decir que era el patrimonio de sus hijos, un lugar donde pasar más tiempo en familia, pero todo ha cambiado con esta administración.
Ahora los mismos elementos policíacos son obligados a llevar requisitos absurdos para hacer uso de las instalaciones, y no se diga cuándo llevan a su familia.
Lo peor es que al ser rentado el Cedipol al público en general para eventos sociales como quinceañeras, “babyshowers” y pedotas (claro, con descorche” de 300 pesos), lo hacen sin identificación, solo pagando el ingreso, pero al persona que tiene años acudiendo al mismo, les piden hasta el acta de nacimiento de toda de su familia.
Lo anterior ha causado la molestia de los elementos policíacos quienes se sienten mugroseados por la alcaldesa Maru Campos, a quien señalan tuvo la idea de cambiar la Cedipol (exclusivo policías y sus familias) a salón de fiestas.
SI de algo presumió la ex senadora Teresa Ortuño nada más llegó al cargo de directora general del Colegio de Bachilleres, fue de que el PAN no sería como el PRI y ellos no actuarían como dueños del COBACH por cuyos preceptos, reglamentos y códigos de honor se regirían, pero todo fue que se desocuparan espacios para luego luego hacer lo que prometió no hacer nunca: beneficiar a los amigos.
Así quedó de manifiesto en días pasados, cuando maestros y personal administrativo conocieron de un cambio en una jefatura de materia, porque así se manejan en el Cobach, una tal Brenda Ileana Solís Herrera se presentó con ellos, a través de un informal mensaje, como Jefa de Materia en Humanidades y Comunicación, y para ello mostró todas sus cartas credenciales como egresada con maestría de la UACH, y como futura doctora por el Centro de Investigación y Docencia perteneciente a Servicios Educativos del Estado de Chihuahua; lo que no dijo doña Brenda es que su hoja laboral no la ubica como una maestra, pero sí como colaboradora en Relaciones Públicas en los sexenios de Juan Blanco y Carlos Borruel. Al interior del COBACH se preguntan de dónde salió esta mujer, ya que según el reglamento del Colegio uno de los requisitos para ser jefe de materia, es trabajar en el bachilleres, pero a ella nadie la conoce, los maestros no saben de dónde salió porque nunca la han visto en el bachilleres, pero seguramente doña Teresa Ortuño sí que la conoce muy bien, para premiarla ahora con ese cargo, por el que en el Estado de México ganan cerca de 20 mil pesos mensuales, 14 mil en Oaxaca y más de 90 mil pesos en Chihuahua, ¡qué tal!
DOS años tiene rezagado el trabajo la Auditoría Superior del Estado, o al menos eso es lo que se reporta en su página oficial, en el apartado de informes técnicos de resultados, siendo los más recientes de 2017, que aparecen todavía firmados por el ex auditor tristemente célebre Armando Valenzuela, más conocido como “El oso”, y dirigidos al entonces presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso del Estado Jorge Soto, es decir, de la anterior Legislatura.
El actual auditor Superior Héctor Acosta tiene ya en el puesto, por lo que ya tendría que haber dado la orden de actualizar su información. Además, en la portada del sitio anuncian muy alegremente que han cumplido al 100 por ciento con la presentación de la declaración patrimonial y de intereses 2019 de todos quienes laboran en la Auditoría, pero no hay ningún enlace o información más amplía sobre tales declaraciones, así que quienes entran al sitio no pueden saber si esta noticia es verdad o no.
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