Chihuahua.- En la ciudad hay cientos de tianguis en los que se practica el comercio informal, algunos son conocidos por la mayoría debido a su magnitud, como ocurre con el de San Jorge al que acuden cada domingo más de 600 vendedores, de los cuales algunos llevan objetos ilegales para venta, incluidas armas de fuego sin que nadie los regule.

Con tan sólo pagar 70 pesos por entrar al terreno bardeado que se ubica enfrente del panteón Municipal #1, los vendedores en su mayoría de artículos de segunda mano, tienen acceso sin ser sujetos a ninguna revisión. Y aunque la gran mayoría ofertan objetos legales como ropa y calzado nueva o de segunda mano, así como artículos electrónicos, electrodomésticos, refacciones para automóviles y otros, hay también quienes de manera velada se dedican a la venta de armas tanto blancas o punzocortantes, como de fuego, escuadras principalmente.

La policía nunca hace presencia, con excepción de algunos agentes que en ocasiones acuden precisamente en busca de un arma, pues saben que ahí las encuentran a buen precio y a ellos les hacen descuento, para evitar problemas, pues los vendedores temen represalias. Así lo cuentan Alberto R. y  Guillermo S., un par de primos oriundos de Cuauhtémoc que entre su mercancía traen ocultas cada uno alrededor de cinco armas de fuego y cartuchos de varios calibres.

No los tienen a la vista ni es fácil que reconozcan la venta de dichas armas, sin embargo, con los conectes necesarios se puede obtener con ellos u otros, pues señalan no ser los únicos, una escuadra o revólver principalmente, así como algunas de postas que según revelan, son las que en realidad más venden.

También hacen ventas por encargo, incluso de armas largas que consiguen con proveedores relacionados con la delincuencia organizada, pero aseguran que ellos sólo son comerciantes y que la ganancia es buena, por eso es que se arriesgan, pues bien saben que están cometiendo un delito.

 

 

Aunque las armas son en su mayoría de origen norteamericano, según rebela Beto pistolas, como su primo le dice en tono de broma, a ellos les llegan principalmente de la sierra y del noroeste del estado. “Son armas en buen estado, pero que algunos venden porque ya les llegó una más mamalona de los ‘Yunaited Esteits’ y saben que se las compramos, siempre y cuando estén aprecio que se puedan vender y dejen ganancia».

Beto y Memo cada domingo ponen un tendido con autopartes principalmente, pues se dedican entre semana a la reparación de vehículos chocados, son carroceros, pero lo que más les deja son las armas, incluso aunque sólo vendan una o un par.

Como ya se dijo, no las tienen a la vista y si un desconocido les cuestiona al respecto o les dice que va recomendado lo niegan. La única forma de que poder ver la “mercancía” es si la persona que los recomienda va con ellos y lo consideran de confianza.

Revelan que por lo menos hay otras tres personas que también venden ahí o consiguen armas de fuego y/o blancas, pero que no los conocen más que de vista y no tienen problema alguno con que sean competencia. “El sol sale pa’ todos primo. Y aquí en «San Yorch» es muy seguro, porque la poli no entra, a menos que nos conozcan y nosotros a ellos y vengan a comprar”.

Por eso, dicen, es que no van a otros tianguis, pues los demás quedan al aire libre o en la vía pública, como los de Chihuahua 2000, la Industrial, la Rosario y otros también grandes, más los más pequeños, en donde los “chotas” sí andan viendo cómo quitarles una feria a los comerciantes y pues prefieren no arriesgarse.

También han realizado ventas por internet, en especial por Facebook, aunque ya no es fácil y en cuanto publican les tumban lo que anunciaron.

 

En promedio y dependiendo de lo que el cliente lleve o busque y las condiciones en las que esté, ellos venden una escuadra en unos de 1,500 a 2,500 pesos, lo cual es un precio muy accesible. “A veces en menos, si está cateadona” pero esas no tienen garantía, y regularmente y en general, les andamos sacando la mitad a cada una porque las conseguimos baratas y lo bueno es que nos las traen, principalmente desde Namiquipa, Gómez Farías y Nuevo Casas Grandes, aunque también nos llegan de allá de la sierra, pero casi todas vienen del noroeste.

Obviamente Guillermo y Alberto acceden a contestar algunas de las preguntas que se les hace (no todas), bajo la condición de no grabarlos ni tomarles fotografías ni mucho menos video; audio sí, pero con la condición de que no se publique, sino porque el reportero se los solicita a manera de prueba.

Sin embargo,  dicen que quienes saben del negocio saben quienes son, igual que quienes «organizan y cobran el acceso» pues ellos incluso le pagan más que los 70 pesos que se cobran, para que les den el «pitazo» en caso de ser necesario.

«Quien anda en esto sabe cómo hallarnos y no es necesario que salga mucha info, usted comprende primo. Igual los chotas también se dedican a esto y muchos lo sabemos, pues incluso vienen a ofrecernos, pero casi no sirve lo que traen ni les hacemos confianza».