Presionan a estudiantes peor que si acudieran a clases

Chihuahua.- A pesar de la presión sicológica que puede significar un encierro prolongado para cualquier persona, encima las autoridades educativas de las escuelas primarias de Chihuahua, presionan también a sus pequeños estudiantes para seguir transmisiones virtuales para todas las materias, y además hacerlo tal como si estuvieran en clase, o peor.

Padres de familia de diversos planteles denuncian que además de que hay algunas escuelas que  quieren utilizar la plataforma zoom hasta para la clase de Educación Física, los requerimientos para tomar las clases son por decir lo menos, demasiado exigentes.

Los menores están en casa todo el día junto a sus padres y sus hermanos y demás familiares con que tengan la suerte de compartir esta cuarentena, sin poder salir ni jugar al aire libre, sin llegar a comprender del todo, como en el caso de niños pequeños, qué es lo que está pasando en el mundo entero, y en esas condiciones deben también atender sus labores educativas junto a unos padres que tampoco están bien del todo.

De inicio, las escuelas exigen que los niños tengan un espacio único y exclusivo para tomar las clases en línea, que esté limpio y sin más elementos que sus materiales escolares, que tomen agua y vayan al baño antes de la clase, que levanten la mano para hablar y en fin, que no “distraigan la clase”, mientras deben atender a la maestra y sortear con todas las vicisitudes que se presenten relacionadas con una conexión virtual.

Hay también quejas de que sin argumento ni razón de peso, los maestros han decidido cambiar el horario de las clases a su conveniencia, si por ejemplo, los alumnos asistían a clases por la mañana, con la nueva modalidad han cambiado las actividades incluso para las seis de la tarde, cuando en horario normal, ya los estudiantes estaban preparándose para hacer tareas, cenar, bañarse y dormir.

No conforme con eso, todavía presionan más exigiendo a niños y padres que por ejemplo, en la semana del Día del Niño, los estudiantes se conectaran a la hora de su clase disfrazados de superhéroes un día, con pijama el otro, con peinados locos al día siguiente y así sucesivamente, según ellos para que los pequeños pudieran divertirse, pero lejos de eso solo logran inyectarles más presión tanto a ellos como a sus padres, que además deben atender, en su caso, a más hijos con los mismos requerimientos, al trabajo en casa, a las labores del hogar, y a sus propias presiones generadas con el encierro.

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