Las alarmas no dejaban de encenderse cuando transitaban por el lugar un grupo de presos, y fue hasta cuando fueron sometidos a una revisión exhaustiva a cada preso y lograron encontrar que tres reos tenían escondidos en su recto teléfonos celulares y microaparatos móviles.
El sector de inteligencia de la Penitenciaria Silvio Yoshihiko Hinohara, en Presidente Bernardes, ciudad en el interior del estado de Sao Paulo, alertó a los responsables del centro sobre los presos que fueron sometidos al detector de metales, según la Secretaría de Administración Penitenciaria Regional.
De acuerdo a sus versiones, el detector de metales alertó y se encendieron las alarmas, pero los elementos de seguridad no daban con los aparatos que estaban provocando la alteración de los equipos.
Se precisa que dos los presos guardaban los teléfonos en el recto, que le permitía tener a cuatro microaparatos en esta parte del cuerpo humanos; y el otro cinco (cuatro teléfonos móviles de tamaño mayor y un microcelular) en el recto.
Tras expulsar los aparatos, los dos presos fueron enviados a un hospital para detectar si llevaban algún aparato más en su cuerpo, lo que fue descartado.
Al tercer preso, al pasar por los rayos X, se le descubrieron 10 minicelulares con auriculares en su estómago y fue sometido a una operación para retirarle todos los aparatos.
Según la Secretaría Penitenciaria del estado de Sao Paulo, la prisión en cuestión fue inaugurada en noviembre de 1990 y cuenta con 2 mil 41 internos, pese a que su capacidad es para mil 247 detenidos.
