Propuesta prometedora llega mañana a los cines

Mañana habrá estrenos en la cartelera de los cines y entre ellos está ‘Hermosa venganza’, una comedia de tintes oscuros y temática muy actual.

Promising Young Woman’, su título original, es la cinta con la que Emerald Fennel debuta como directora, y con la que se ha dado a notar por las cinco nominaciones otorgadas por la Academia, incluidas las de Mejor Película y Mejor Dirección.

En 2007, la película Hard Candy desconcertó a la audiencia con una vuelta de tuerca sobre el abuso sexual que causó verdadera incomodidad. El actor Elliot Page encarnó a una adolescente que buscaba venganza debido a un crimen pedófilo, pero también puso sobre en el centro del debate público varios temas inusuales para la época. La percepción de la culpabilidad, la justificación al agresor y todas las formas en que las que la cultura invisibiliza el hecho de la violación se mostraron desde una óptica nueva. Moduló el tema hasta crear una historia de una crueldad inquietante, que avanzó hasta una región oscura de la psiquis colectiva que no resultó fácil de asimilar. Algo semejante ocurre con Promising Young Woman de la directora Emerald Fennell.

La película recorre caminos parecidos, pero incluso comete la audacia de transgredir cualquier límite hasta crear directamente una durísima sátira. Cassandra es una treintañera en medio de un fracaso profesional, que intenta encontrar un propósito a su vida adulta. El personaje encarna cierta frustración moderna que termina por ser algo más inaudito y oscuro. No obstante, al fondo de su vida desordenada, su intento por comprender sus motivaciones y el dolor emocional que esconde, subsiste una peligrosa sed de venganza.

Para Cassie, la noción sobre el consentimiento sexual en nuestra época es de elemental importancia, pero también una forma de expresar el resentimiento, el miedo y la angustia en formas por completo nuevas.

Desde la primera secuencia de la película es evidente que el guion tiene por objetivo primordial reconstruir la idea acerca de la víctima, la venganza y la agresión. Lo hace desde una mirada tramposa — nunca mejor utilizado el término — que podría resultar tragicómica. A no ser por la dureza, firmeza y extraña oscuridad que Mulligan imprime a su personaje. La apariencia frágil Cassie es una versión contemporánea del vengador de las rape and revenge movies de hace cuatro décadas. Su singular fortaleza le hace ser no solo un depredador infalible, sino uno que tiene un conjunto de complejos propósitos que la película desarrolla con cuidado. Aunque falla al sostener el discurso doble sobre la crítica y la burla a una cultura en la que se asume la violencia sexual como inevitable.

Mulligan crea un personaje desconcertante, en el que parecen converger todo tipo de matices sobre el tiempo. La forma en que se reflexiona sobre el bien y el mal en la época contemporánea y la frustración. Todo bajo una compleja red de complicadas ramificaciones sobre el motivo central de su comportamiento y hacia dónde se dirige.

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