Del viejo tatuaje que tenía, lo único que quedó es el “10”, la pelota de fútbol y las manos de su hijo Thiago. El resto es completamente negro, con algunos detalles en negativo, o sea, piel sin tinta.
Si bien a primera vista uno podría pensar que se trata de una cobertura y que Messi se arrepintió de lo que se había hecho, en realidad se trata de un nuevo estilo conocido como “Blackout”. La idea es cubrir la mayor cantidad de posible de piel de negro y jugar con el negativo para crear una pieza artística.