México.- El juez federal Uriel Villegas Ortiz, asesinado este martes junto con su esposa en Colima, llevaba asuntos penales y estaba especializado en el Sistema Penal Acusatorio.
Nació en Chihuahua y se graduó como Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Sonora (1996-2001).
Como titular del juzgado Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales de Jalisco, Villegas ordenó en marzo de 2018 el traslado de Rubén Oseguera González «El Menchito», del penal federal 13 de Oaxaca, donde estuvo antes de ser extraditado a Estados Unidos, a la cárcel 2 de Occidente, en el Salto, Jalisco.
A partir del 1 de febrero, el juez Uriel Villegas Ortiz fue adscripto del Juzgado Noveno de Distrito de Amparo en Materia Penal de Jalisco, al Centro de Justicia Penal Federal del Estado de Colima.
CARRERA EN MATERIA PENAL
Desde su ingreso al Poder Judicial de la Federación (PJF), el juez Uriel Villegas Ortiz hizo carrera en materia penal, donde se conocen los delitos federales como delincuencia organizada, narcotráfico y portación de armas, entre otros.
Hace dos años laboraba en el penal de Puente Grande, donde requirió al Sistema Penitenciario Federal trasladar a Rubén Oseguera González, El Menchito, hijo del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera, El Mencho, de Oaxaca a la cárcel 2 de Occidente en El Salto, donde permaneció antes de ser extraditado a Estados Unidos. El requerimiento fue enviado en marzo de 2018 y en él advirtió que de no cumplir con el traslado de El Menchito aplicaría una multa de 30 días.
Además, conoció de casos como el de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, líder de Los Zetas, y de los implicados en el homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo ocurrido en mayo de 1993.
También conoció de expedientes de otros integrantes del CJNG, uno de ellos implicado en el asesinato del secretario de Turismo de Jalisco, Jesús Gallegos Álvarez.
Todavía en enero de este año, como juez Noveno de Distrito en Materia Penal tuvo conocimiento del amparo tramitado por El Z-40, identificado como el capo más sanguinario del país, quien permanece en el penal de Puente Grande.
Allí conoció de casos de integrantes del Cártel de los Arellano Félix, de Los Valencia y de los implicados en ataques con explosivos de 2014 en el Estado de México y Michoacán.
