CINCO diputados del Congreso andan vendiendo su voto caro, cada uno por sus ambiciones y motivos personales, porque recordemos que legislativamente hablando, estamos en el famosísimo año de Hidalgo.
Según les viperines, ya existía un acuerdo para presentar la Reforma Judicial el jueves, y aplicar el fino arte del mayoriteo, con coscorrón y ceremoniosa burla desde tribuna, pero al final cinco rajaron y buscarán acuerdos durante el viernes y fin de semana, para saber si hay condiciones para presentarla el martes y que se vote.
Los diputados del PAN, sobre todo su coordinador Alfredo Chávez, cumplen la orden desde Palacio para sacarla sí o sí, porque así la Gober seguiría siendo la mano santa para la colocación de magistradas, magistrados y por qué no… ¡Magistrades!
Los rebeldes son: Francisco Sánchez, Adriana Terrazas, Omar Bazán, Georgina Zapata, y Edgar Piñón, este último se quedó sin posibilidades de reelección por decisión interna de su partido, y algo negocia.
Aiga sido como aiga sido, todos andan vendiendo caro su voto, tanto a favor como en contra, mientras Myriam Hernández hace la bilis y los del cochinero judicial siguen gozando de la beca en el TSJ.
EL intelectual de izquierda Miguel Riggs anda bloqueando a todo el mundo en el Face y el en Twitter, res social cuyo logo es bastante parecido a los sitios cochinones que casi no les gustan a los viperinos.
Resulta que alguien le pregunto si se acorrdaba de los tiempos cuando hablaba pestes de Marco Quezada y su familia, claro, en calidad de panista tradicional, de buena familia y con hartos valores.
“Lic. @Marco_Quezada le pregunté a Miguel Riggs que si se acordaba cuando el y Miguel Latorre hablaban bien mal de usted y de su familia y me bloqueó… hécheme la mano preguntándole porfitas ahí en una chanza; no se junte con esos tipos pura serpiente de monte mi Lic.”, escribió el viperino en redes.
Otro grillo que le dio carrilla a Marco Quezada, se quejó de haber sido bloqueado por el ex priyista. Que piel tan delgada de los que eran de hueso colorado.
EL administrador de la caja chica preferida de gobierno, la Junta de Aguas, anda más preocupado por su operación electoral que por el estado en que se encuentra su dependencia, dicen los viperinos del Saucito.
Y cómo no van a pensar eso de Alan Falomir, si los cajeros de cobro que están en Plaza Saucito llevan casi tres semanas sin funcionar, situación que genera críticas y molestias.
El personal de la dependencia se considera una masa importante fiel al gobierno en turno y ojalá no descuide las funciones de llevarle agua a la gente de las colonias, por preferir andar en la grilla. A ver si no encuentran salitre en los cajeros.
De por sí, tienen fama de que de los diez de cada cuadrilla, siempre está trabajando uno mientras el resto se rasca la raja y la panza chelera. ¿A poco no? Ojalá pronto se alivianen los inservibles de la Junta de Agua, y los cajeros también.