MUCHOS pensarían que en las oficinas de la de la Comisión Estatal para Pueblos Indígenas (#COEPI) alguien prendió las calderas o bien, andan haciendo el ritual del peyote hikuli. Nada de eso, pero si anda un chamán en un círculo alrededor de una fogata por la “cacería de brujas” que se traen. Resulta que todo aquel que está en la nómina y no guarde lealtad al PRI y al exdirigente Omar Bazán le dan un rara (pie) kusuchí (trasero).
Alguien debería decirle al titular de la COEPI que sus jefes están en palacio de gobierno, y no en el piso 11 del Congreso del Estado, porque exige más lealtades al diputado-escándalo sexual que a la misma titular del poder ejecutivo.
La cacería es para todo aquel que no le guarde lealtad a Bazán, a pesar de que esos funcionarios de la Comisión Estatal para Pueblos Indígenas no se los enviaron del PRI, sino directamente de las oficinas principales de gobierno, claro por méritos en campaña, así que más le valdría entender bien donde deben estar las lealtades.
DIGAN lo que digan, las cifras son las reales por más crudas que sean. Ahora Chihuahua se colocó en el top tres del robo de vehículos en todo el país. ¿Quién está en primer lugar? Pues nada menos que el Estado de México con 15 veces más de población.
Desde hace años solo nuestras autoridades reconocen los hechos de robo a pertenencias en automóviles, pero no hay un trabajo de inteligencia para combatirlos, y solo emiten recomendaciones para evitar que las y los ciudadanos sean víctimas de algún robo. Increíble, pero cierto.
De acuerdo con el recuento diario que hacen organizaciones de la sociedad civil, en lo que va del gobierno de la cuatroté, Chihuahua tiene un recuento de 22 mil 299 automóviles robados. En el histórico anual desde 2013, es el 2019 el año en que más robos se han registrado con 219 mil 332; luego 2018 con 216 mil 770 robos; y el 2003 con 186 mil 062 unidades; y mientras en el 2021 la cifra fue de 162 mil 592 coches, en estos primeros días del 2022 se han registrado ya 10 mil 311 robos.
DIFÍCIL no exponer las quejas de los alumnos de la UACh, pues señalan que muy lista salió la máxima casa de estudios aceptando nada menos que a todos los 2 mil 838 aspirantes que pagaron una ficha de casi mil pesos para alcanzar un lugar en este nuevo semestre que recién comenzó, lo que le dejará más de 11 millones de pesos libres, tomando en cuenta que la mayoría de las carreras están impartiendo las clases de manera virtual desde el 2020 y aunque lo nieguen, los gastos en la llamada máxima casa de estudios no son igual.
Los alumnos manifiestan que son los que pagan las consecuencias y peor los de nuevo ingreso con horarios más infames que campaña electoral del PT. Vaya hasta clases en sábado y domingo les tocaron a algunos ahora, y eso no tuviera casi nada de malo si no fuera porque de verdad los horarios son espantosos, como tomar clases de 7 a 10 de la noche el sábado y al día siguiente, domingo, de 7 a 8 de la mañana, eso no lo aguanta ni Rubén Aguilar durmiendo en la curul. Olvídense de poder ir a una carnita asada con poquitos compas por aquello de la pandemia, sino que a veces son clases tan aburridas que solo de pensarlo mejor se quiere dormir otra vez. Con esto tal parece que la UACH no tiene pensado regresar en el corto plazo a clases presenciales.
