sábado, mayo 24, 2025
18.4 C
Chihuahua

Top 5 de la semana

notas relacionadas

-Reflectores al lloriqueo de Loya
-El Ahijado consentido
-Sinvergüenza

DE mal gusto, de sinvergüenza y de cocodrilo no bajaron al todavía secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya Chávez. En cambio, otros se pusieron añorantes al ver a un funcionario de seguridad muy sentimental y nostálgico. Y es que durante el funeral de la agente Elida Elizabeth Ramírez Sariñana, en el cuartel de la SSPE, soltó lágrimas.

El subsecretario de Despliegue Policial de la SSPE, Ricardo Realivázquez; el subsecretario del Estado Mayor de la SSPE, Luis Aguirre; y mandos policíacos, observaron con anormalidad a su secretario Loya lagrimeando ante el féretro.

Tanto dentro como fuera de la corporación, la imagen se difundió rápidamente, pues su equipo de comunicación social o asesores estrellas le vendieron la idea a Gilberto Loya de publicar su foto llorando en su cuenta personal, y él aceptó. Como vil “tiktoker”, no quiso que su dolor fuera personal, pues no tendría chiste, así que necesitaba reflectores, y lo logró con esa imagen.

La imagen se difundió por todas partes, y nadie duda del sentimiento que pudo causar estar en el funeral de una agente fallecida en el cumplimiento de su deber; nadie, absolutamente nadie. Pero de ahí a querer lucrar con la imagen, eso es detestable.

No fue alguien ajeno a Loya quien tomó la imagen; no fue una imagen orgánica, sino de su propio aparato.

No es la primera vez que el súper secretario de seguridad del Estado llora por cualquier situación. Basta recordar una: cuando recordaba su infancia ante las cámaras de una entrevista, empezó a llorar. La periodista, muy profesional, no se lo creía y lo dejó un rato para que calmara sus emociones y no sufriera tensión muscular ni mostrara más inmadurez en sus mecanismos de afrontamiento. Y sí que espero con cierto malestar, pues el tiempo en televisión es caro.

EL dirigente estatal del PRI, Alex Domínguez, tiene hasta cierto punto la obligación de impulsar a José Luis Villalobos rumbo a la Alcaldía de Chihuahua, al ser considerado ahijado político de Graciela Ortiz González, quien actualmente mueve los hilos del Revolucionario Institucional en todo el estado.

Por ello, Chela Ortiz ha exigido espacios para Villalobos y reflectores para su sobrina, la regidora Ana Lilia Orozco. Alex Domínguez ha cumplido a cabalidad dichas peticiones, aunque su corazón no está con ellos.

Ahora el líder tricolor busca a toda costa posicionar al chapulín Fermín Ordóñez como una figura visible en la contienda interna por la candidatura a la Presidencia Municipal de Chihuahua. La intención es que, al entrar a la negociación, Ordóñez al menos logre una diputación… o, con suerte, le “pegue el chicle”. Sin embargo, “frío, frío”, Fermín nunca ha ganado una elección y su único logro político fue haber sido regidor hace casi 20 años.

EN otro frente, la presencia de Abelardo “El Bayo” Valenzuela, fiscal Anticorrupción, en el Senado de la República para hablar de “buenas prácticas” ha generado incomodidad. En el mismo recinto se encontraba el exgobernador Javier Corral, a quien nunca se logró detener en Ciudad de México pese a que existía una orden de aprehensión.

Sigue siendo tema en la esfera política que “El Bayo” pudo haber favorecido a Corral, a quien no arrestaron mientras presuntamente se encontraba bebiendo con acompañantes en un antro capitalino. Tampoco se olvidan los piropos que Valenzuela le dedicaba al exgobernador cuando éste estaba en funciones. El ambiente en el Senado fue tenso: el fiscal fue a presumir buenas prácticas, pero sus resultados siguen siendo muy cuestionables, sobre todo por su tendencia a negociar con los detenidos.

 

 

Escríbanos al correo electrónico de SIN PELOS EN LA LENGUA:  [email protected]