Rodrigo M. Quevedo, el gobernador villista al que la Revolución no le ha hecho justicia

Chihuahua.- La tumba del ilustre chihuahuense general, Rodrigo M. Quevedo, se encuentra en el olvido, mientras que su cripta presenta falta de mantenimiento e inundaciones, no hay en el lugar señales de ningún tipo de homenaje o visitas, lo que ha hecho que su última morada haya decaído a lo largo de los años.

Quevedo además de ser el general que participó en conflictos armados en el estado, como la Revolución Mexicana, también fue gobernador de este estado.

Actualmente su nombre es reconocido por el gimnasio que lleva su nombre donde se llevan a cabo decenas de eventos deportivos; sin embargo, en su tumba ya no hay homenajes ni visitas. Rodrigo M. Quevedo nació en 1889 y es recordado por sus incursiones como militar en febrero de 1911 incorporándose al movimiento maderista, con su participación en el ataque y toma de Agua Prieta.

Su sublevación luego contra el gobierno de Madero cuando se desempeñaba como rural establecido en Casas Grandes.

Mientras que en enero de 1916 se unió a las fuerzas villistas, operando en el estado de Chihuahua contra las fuerzas de Francisco Murguía. El general murió en El Paso, Texas, el 18 de enero de 1967; sin embargo, sus restos se trasladaron a la capital del estado y según destacan los historiadores su funeral destacó por el gran número de asistentes y honores militares que se llevaron a cabo por su alto rango.

En un gran espacio del Panteón de Dolores, el más viejo de la ciudad, una gran lápida con su nombre y una cruz anuncia la estancia de sus restos; sin embargo, por debajo en la cripta hay encharcamientos, así como rastros de la destrucción del paso del tiempo. La tumba aunque no pasa desapercibida si muestra signos de desolación.

Tomado de: eldiariodechihuahua.mx

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