Las calles de la ciudad de Baton Rouge, en Estados Unidos, se pintaron de rojo ante el descuido del personal de una funeraria que permitió la fuga del líquido (sangre con formaldehído).
«Enviamos a un especialista en aguas residuales y un inspector ambiental al lugar. Se determinó que no se trataba de un problema en el alcantarillado, sino que provenía de una propiedad privada», indicó un portavoces del Departamento de Servicios Ambientales.
We've reached out to Greenoaks Funeral Home and we're waiting on response on how this happened, story tonight at 10pm @WBRZ pic.twitter.com/2hgnKqcpqa
— Danielle Jackson (@DJacksonTV) September 14, 2017