EL sensible fallecimiento de Javier González Mocken deja varias lecturas y pendientes para el poder en turno, a tres semanas de que termine la actual legislatura, el primero de ellos radica en la duda de si le nombraron titular de la CEDH a manera de homenaje en vida a un político que ayudó a Maru en vida.
El estado de salud de Mocken siempre fue delicado el último año, y quizás utilizaron las instituciones como un vehículo de consolación, dicho en el mejor de los sentidos.
Ahora los diputados deberán decidir si antes de que termine la legislatura emiten una convocatoria urgente o siguen en la hueva hasta que termine el período… será decisión de Maru.
EL IMSS es un sistema saturadísimo que a veces ya gente piensa que no da para más, muchos trabajadores deben pasar todo su día en las clínicas porque no pueden salir, de su trabajo, antes de las 2 de la tarde para tener una cita con el doctor que recetará paracetamol, pero…
Pero los únicos que tienen ese privilegio son los empleados directos del IMSS, esos son los únicos que pueden llegar después de las 2 de la tarde para sacar cita con su médico y evitar la odiosa unifila de cientos de pacientes que muchas veces esperan en vano por horas, porque los doctores haraganes de turno, no atienden a nadie más un minuto después de las 7, cuando termina su turno.
Lo anterior significa que para el sistema IMSS los únicos que pueden concentrase en su trabajo son sus trabajadores charrotes y acomodados por sus familiares y comadres, y los trabajadores que pagan sus coutas deben ser tratados como usuarios de segunda, que deben salir de sus actividades para poder recibir una ínfima «atención» médica. ¿Eso es justo?
Quién sabe a qué tipos de gorilas alucines contrata el municipio para trabajar el labores operativas, como el que iba subiéndose y circulando por la banqueta el pasado lunes a las 9 de la mañana, a bordo de un pesado camión con placas EC – 5309 – A con logos de la administración, en la avenida Ocampo y casi Bolivar.
El camión del Municipio, el alucín, que por sus arranques parecería que iba crudo o amanecido todavía en san lunes, decidió subirse a la banqueta para aprovechar el hueco en la circulación que dejaba un pequeño carro compacto para no quedar tan cerca del vehículo de adelante, quedando todo chueco por segundos en el carril que intrépidamente conquistó.
¿Sabrán sus jefes que el alucín se dedica a destruir banquetas en vehículos oficiales, cuando su obligación sería cuidarlas? Los viperinos prefirieron mandar el dato a este espacio periodístico, asegurando que los jefes subalternos de la administración protegen a sus angelitos y de nada serviría reportarlos al sistema interno del municipio.