El tono de Trump hacia los inmigrantes indocumentados en la entrevista fue muy diferente al usado durante la campaña presidencial.
De esa forma, el Presidente electo reiteró su promesa de construir un muro entre México y Estados Unidos, una de las piezas centrales de su campaña, aunque admitió que podrían alzarse “vallas” en “ciertas áreas” de los tres mil 141 kilómetros de la frontera entre ambos países.
Por su parte, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, formuló declaraciones opuestas a las de Trump, al decir que el gobierno se concentraría en asegurar la frontera, no en emboscar inmigrantes.
“No estamos planeando en formar una fuerza de deportación. Donald Trump no está planeando eso”, dijo Ryan a CNN.