Y a mediados de esta semana fueron rescatados con vida y liberados en la frontera con Pakistán, junto a tres hijos que tuvieron en cautiverio.
Las primeras palabras que se escucharon fueron de la boca de Boyle y describieron la “maldad y la estupidez” del grupo rebelde. Pero el canadiense hizo además una denuncia concreta.
“Ellos mataron a una de mis hijas, nacida durante el cautiverio, y violaron a mi esposa”, le dijo Boyle a los medios que aguardaban por la pareja en el aeropuerto internacional de Toronto.
“Lo hicieron después de que me negara a leer un mensaje de apoyo a la red Haqqani (un grupo afín a los talibanes)”, agregó.
La pareja fue secuestrada en Afganistán en 2012, mientras viajaban por el país. Ella estaba embarazada en el momento de la retención, que ocurrió en la provincia de Wardak hacia el 8 de octubre de ese año, de acuerdo a los informes de las autoridades afganas.