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¿No entiendes por qué te han rechazado el préstamo? ¿No encuentras las razones del por qué tu solicitud no fue aceptada?

En este artículo te vamos a explicar el porque, a veces, te pueden rechazar tu solicitud. Esperamos que en las siguientes líneas te respondamos a todas tus preguntas y dudas que puedas tener.

Principales razones por las que te pueden denegar los préstamos

Hay muchas y distintas razones por las que pueden no aceptar la solicitud del préstamo que quieres. Algunas de éstas son entendibles como, por ejemplo, tener un historial crediticio malo. En cambio, hay otras que no son tan claros.

A continuación, te vamos a enumerar las principales razones por las que te pueden denegar tus solicitudes.

 

Un mal historial crediticio o directamente no tienes historial

Debes tener presente que las entidades prestamistas e instituciones financieras requieren conocer cómo es tu comportamiento con el crédito. De esta manera se protegen ante el riesgo que no reciban el pago.

Por eso, si no has tenido préstamos anteriores o tu historial no es bueno, es difícil que te puedan aprobar la solicitud.

Si nunca pediste dinero prestado, una idea es que pidas un pequeño financiamiento para así empezar a aparecer en las listas del historial. Es muy importante que lo pagues a tiempo para que tu historial sea positivo.

Si tienes un mal historial, lo ideal es que primero pagues tus deudas y vayas con cuidado en pedir los próximos préstamos. Si ves que no podrás afrontar las deudas, no los solicites.

 

A causa del Buró de Crédito

Hay mucha gente que piensa que estar en las listas del Buró de Crédito es malo, pero no lo es. Primero, debes tener en cuenta que con solo tener un préstamo ya aparecerás en sus listas. Lo importante es el cómo afrontas tus deudas. Algo que ya apuntamos en el apartado anterior.

El historial crediticio que aparece en esta institución es utilizado por los bancos y entidades prestamistas con el fin de conocer cuál es tu comportamiento como pagador en tus deudas existentes y pasadas.

Con estos informes también van a analizar cuál es tu nivel de endeudamiento. Si ven que no pagas a tiempo tus préstamos y, además, tienes muchos créditos pedidos, no aceptarán tu solicitud porque verán mucho riesgo en ti.

 

Tu balance entre las deudas y los ingresos

Toda la información que piden sobre ti los bancos u otras instituciones no es solo para archivar ésta, sino que a partir de esta información calculan qué porcentaje de ingresos destinas a tus deudas existentes. De esta manera pueden saber más exactamente si podrás hacer frente a nuevos pagos o no. Si ven que lo destinado a las deudas es más del 45% de tus ingresos, te van a denegar el préstamo.

Antes de pedir otro préstamo es recomendable que liquides todas las deudas que tienes. Además, a las entidades prestamistas normalmente no les gusta que pidas más de un crédito a la vez.

El balance ideal entre tus ingresos y deudas es que no destines más del 30% de los primeros para hacer frente a los pagos.

 

No tienes relación con la entidad prestamista

Puedes encontrarte con algunas instituciones financieras o bancos que te pondrán problemas si no has contratado productos financieros con ellos anteriormente.

Es por eso que te recomendamos que primero vayas a la entidad con la que ya has tenido algún trato en el pasado. Ellos pueden comprobar de forma más directa cómo es tu comportamiento financiero y así darte el préstamo que quieres ya que les proporcionas confianza.

 

Fuiste a la institución equivocada

Este es un error que es bastante común. Por ejemplo, pides una hipoteca cuando realmente lo que necesitas es un préstamo personal de otra entidad. Aunque parezca muy infantil, cuidado con este error.

 

No tener los ingresos suficientes

Aunque tengas unos ingresos estables, si estos no se pueden comprobar, es difícil que un banco o una institución financiera te otorgue un crédito.

La mayoría de entidades prestamistas pide poder comprobar la nómina del último medio año. Es por eso que no vale la pena que escondas el dinero en el altillo o debajo la almohada, ya que debes buscar una manera legal para poderlo declarar y que vean que realmente tienes ese dinero.

 

Por la antigüedad en tu trabajo o casa

Aparte de los ingresos, algunas instituciones financieras piden que puedas demostrar una antigüedad mínima de 6 meses en tu empleo o casa. Si no cumples con los requisitos, de lo más seguro que no te van a conceder el préstamo.

Una de las razones por las que piden estos comprobantes es que así se aseguran que no vas a desaparecer después de que hayas pedido el crédito. Otra razón es que se aseguran que tendrás dinero para poder afrontar la deuda.

 

A causa de la inestabilidad laboral

Aunque tengas trabajo e ingresos, es necesario que demuestres que tu situación laboral es estable. De lo contrario, es difícil que te concedan el préstamo. Si presentas un contrato indefinido con más de un año en la empresa y unos ingresos que concuerdan con el financiamiento que requieres, estos serán valorados de forma positiva.

En cambio, si no tienes una buena situación laboral, los ingresos son de vez en cuando y pides mucho dinero, tu solicitud será denegada de lo más seguro.

No solo es importante que presentes unos ingresos, sino que tienes que demostrar que estos son estables gracias a tu situación laboral.

 

No tener ahorros

Las entidades prestamistas valoran tu capacidad de ahorro. Esto se debe al hecho que les gusta que tengas una buena planificación financiera.

Además, otra cosa que les gusta es que los gastos que puedas tener no superen a los ingresos.

Tener ahorros te permite disponer de un respaldo en caso que tu situación financiera cambie. Algo que, aunque no te lo creas, puede pasar en cualquier momento. Aquí puedes ver la importancia de los ahorros.

 

Por la edad

Hay muchas entidades prestamistas y bancos que piden un mínimo de 20 años para poder solicitar un préstamo.

Normalmente piden una edad mínima porque quieren a una persona que pueda tener unos ingresos mínimos estables. Por ejemplo, si eres estudiante, es difícil que puedas tener este mínimo que exigen. Al restringir la edad se asegurar que el cliente pueda devolver el préstamo con más facilidad y garantías.

Además, hay otras que puede que pidan un máximo de edad. Este acostumbra a rondar en los 70 años.

 

Diste información incorrecta

Algunas solicitudes son rechazadas porque los datos que se envían son incorrectos. Aunque no te lo creas, esto pasa muchas veces. Por ejemplo, el nombre no está completo, los datos son falsos, la dirección es incorrecta o no se rellenaron todos los campos obligatorios.

Es imprescindible que siempre revises los datos que pones ya que es muy fácil cometer un error.

Además, muchas entidades prestamistas piden que tu cuenta bancaria tiene que estar a tu nombre. Si es el nombre de otra persona no te van a dar el dinero.

 

La tarjeta de crédito era inválida

Igual que en el punto anterior, es importante que introduzcas correctamente toda la información. Y la tarjeta de crédito no debe ser menos. Si no introduces bien tus datos, el préstamo será denegado.

 

Los documentos que enviaste no se visualizan bien

Hay algunas entidades que piden que subas los documentos a partir de una plataforma que ponen a tu disposición o a través de correo electrónico.

Este proceso puede resultar tedioso y largo. Lo ideal es que lo subas todo bien a la primera con el fin de ahorrar tiempo. Es bueno que envíes todas las copias en color. Así la información se verá mejor. Y no tendrás que enviar de nuevo toda la documentación.

 

No aceptar los préstamos en el plazo establecido

Si la solicitud que hiciste fue aceptada, ésta no se cierra hasta que aceptas todas las cláusulas del contacto.

Si aceptas fuera de tiempo, puede que la solicitud ya esté denegada porque no diste una respuesta a tiempo. Si quieres el préstamo, tendrás que empezar con todo el proceso de nuevo.

Es por eso que te recomendamos que una vez que la solicitud sea aceptada y estés de acuerdo con las condiciones y los términos del préstamo, firmes el contrato lo antes posible.

 

No tienes aval

Según qué tipo de préstamos, puede ser que requieran de un aval para que te los concedan. Estos acostumbran a ser créditos donde pides mucho dinero.

Es por eso que es importante que tengas a una persona responsable que pueda hacerte de avalista. Esta persona tiene que ser consciente de lo que significa ser el aval. Ya que en caso de que no puedas hacer frente a tus deudas el avalista será la persona que lo hará. Y si no lo hace, también tendrá problemas.

 

Razones por las que no pueden rechazarte un préstamo

Aparte de todas las razones por las que se rechazan los préstamos, es importante que sepas las razones por las que no deberían rechazarte el financiamiento. Si alguna vez te pasa, lo mejor es que reclames. Algunas son:

  • La raza.
  • La religión.
  • El color.
  • El sexo. O sea, el género.
  • La edad, si ésta se encuentre dentro de la edad que dicen.

Como ya hemos dicho, si alguna vez te encuentras enfrente a alguna de estas situaciones, lo mejor es que reclames. Si ves que después de este paso la entidad se cierra en banda, te aconsejamos que vayas a otra.

 

Consejos para pedir préstamos

Ahora que ya has visto todas las razones por las que te pueden rechazar una solicitud y las otras por las que no deberían denegártela, es el momento que veas cuáles son los mejores consejos en el momento de pedir un préstamo.

Es importante que los tengas en cuenta en cualquier momento. Te van a servir para el futuro, o sea que no dejes de leerlos:

  • No pidas más de lo que realmente necesitas: piensa que el monto que pides lo vas a tener que devolver más los intereses asociados al préstamo. Es por eso que debes solicitar la cantidad que realmente necesitas para no pagar más.
  • Devuelve el préstamo lo antes posible: este es uno de los factores que lo puede hacer más caro. Cuanto más corto el plazo, menos intereses pagarás. En cambio, cuanto más largo sea, más intereses pagas.
  • Nunca te retrases en los pagos: si pagas más tarde, la entidad prestamista te aplicará unos intereses extra por de mora. Debes tener presente que estos acostumbran a ser mucho más altos que los intereses ordinarios.
  • Compara los préstamos: la mejor opción para conseguir las mejores condiciones es comparar y comparar. Por suerte, para que no visites miles de páginas, existen comparadores de préstamos que hacen el trabajo por ti de forma gratuita y sin compromisos.
  • Entrega la información completa: para que tomen una decisión rápida, envía toda la información completa la primera vez. Piensa que cualquier duda que pueda tener la entidad o error que hayas hecho será contraproducente ya que tardarás más en saber si te conceden el préstamo.
  • Justifica el gasto: muchas entidades prestamistas te van a preguntar para qué necesitas el dinero. El saber esta información les proporciona cierta seguridad. No es lo mismo pedir un crédito para pagar las deudas de otros préstamos que renovar tu cocina. Si no puedes o quieres decir para qué necesitas el dinero, puede que no te lo concedan.

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