En un combativo inicio de su visita a la OTAN, Donald Trump afirmó el miércoles que un proyecto de oleoducto hace que Alemania esté “totalmente controlada” y sea “prisionera de Rusia”. El presidente de Estados Unidos criticó además el gasto en defensa de los miembros de la alianza militar en el arranque de la que se espera sea una cumbre que incluirá una lista de reclamos hacia los aliados estadounidenses.En un tenso intercambio de declaraciones con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, Trump se opuso a que Estados Unidos tenga que proteger a Alemania mientras esa nación europea está haciendo tratos con Rusia.
“Tengo que decir que creo que es muy triste que Alemania haga un masivo acuerdo de petróleo y gas con Rusia donde se supone que debemos ser la protección ante Rusia”, dijo el mandatario estadounidense durante un desayuno con Stoltenberg, en el que fue su primer acto tras aterrizar en Bruselas. “Se supone que nosotros tenemos que protegerlos contra Rusia, pero ellos le están pagando miles de millones de dólares a Rusia y creo que eso es muy inapropiado”.
El dirigente pareció referirse al oleoducto Nord Stream 2, que llevará gas desde suelo ruso a la costa nororiental alemana, en el Mar Báltico, pasando por naciones de Europa del Este como Polonia y Ucrania y duplicando la cantidad de gas que Rusia puede enviar directamente a Alemania.
Estados Unidos y algunos miembros de la Unión Europea se oponen a esa enorme tubería submarina, alegando que podría dar a Moscú una mayor influencia sobre Europa occidental.
“Alemania, en lo que a mí respecta, es prisionera de Rusia”, dijo Trump, que instó a la OTAN a revisar el asunto.
Stoltenberg respondió diciendo que los miembros de la OTAN siempre han podido trabajar juntos pese a sus diferencias. “Creo que las dos guerras mundiales y la Guerra Fría nos han enseñado que somos más fuertes juntos que separados”, dijo a Trump intentando aliviar la tensión.
Más tarde, Trump tuiteó un video de la conversación.
A su llegada a la cumbre de la OTAN en Bruselas, Merkel defendió la independencia de su país y recordó que ella se crio en la Alemania comunista.
Sin mencionar directamente al mandatario estadounidense, dijo a los reporteros: “Yo misma he vivido una parte de Alemania controlada por la Unión Soviética y estoy muy feliz de que hoy todos estemos unidos en libertad como la República Federal de Alemania y que podamos decir que podemos determinar nuestras propias políticas y tomar nuestras propias decisiones. Esto es muy bueno”.
El dramático intercambio entre los dos dirigentes fijó el tono de lo que se esperaba fuera un tenso día de reuniones con los líderes de la alianza militar. Se espera que Trump siga presionando a sus aliados sobre el gasto militar durante la cumbre, que llega en un momento de especial fragilidad en la relación entre Trump y quienes tradicionalmente han sido los aliados más próximos a Washington.
Las críticas hacia Alemania fueron algo inusual para un presidente estadounidense. El mismo Trump ha sido acusado de ser demasiado solícito hacia Rusia y ha rechazado las conclusiones de sus propias agencias de seguridad de que Rusia trató de inmiscuirse en las elecciones presidenciales de 2016 favoreciéndolo a él.
En Estados Unidos, las declaraciones de Trump causaron asombro. Los líderes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer emitieron un comunicado conjunto afirmando que la serie de “insultos descarados y difamaciones contra uno de los más sólidos aliados de Estados Unidos” es “una vergüenza”.
“Su comportamiento esta mañana es otro indicio perturbador de que el presidente es más fiel al presidente Putin que a nuestros aliados de la OTAN”, agregó la declaración.
El senador republicano Orrin Hatch también se declaró en contra, afirmando: “no estoy de acuerdo con eso, ellos son un pueblo muy fuerte”.
El senador Angus King, independiente por Maine, dijo a CNN que las quejas de Trump contra la OTAN “es como convertir una disputa familiar en un proceso de divorcio”. Explicó que el acuerdo sobre el oleoducto se firmó en 2002 “cuando todos veían a Rusia como algo bueno”.
“Este no es el momento” de estar peleándose con países aliados, expresó.
Trump y Merkel se reunieron posteriormente. Frente a las cámaras, ambos se mostraron cordiales entre sí.
Al final del encuentro, Trump dijo a reporteros que los dos mandatarios tienen “una relación muy, muy buena”. Aseguró que felicitó a Merkel por su “enorme éxito”. Cuando se le preguntó si hablaron del oleoducto, respondió “sí”, pero no dio detalles.
Merkel, por su parte, dijo que los dos países son “muy buenos socios” y que “esperamos poder continuar cooperando en el futuro”.
Trump se reunió también con el presidente francés Emmanuel Macron, quien dijo que estaba en desacuerdo con los comentarios de Trump sobre Alemania.