-UGRCh: Se pasaron por el «arco del triunfo» a la gobernadora
-Chaparro defendiendo narcos
-IMSS imposibilitado

EL pasado 22 de diciembre, directivos de la Unión Ganadera encabezados por el presidente Eduardo Prieto Rodríguez y Álvaro Bustillos, integrante del consejo, sostuvieron una reunión con la gobernadora María Eugenia Campos Galván, así como con el secretario de gobierno César Jáuregui y el diputado local Mario Vázquez, en un conocido restaurante del centro de la ciudad.

Esa reunión se da en el marco de la renovación de la presidencia en la UGRCH, programada para el próximo mes de marzo, dónde se acordó que Eduardo Prieto no buscaría la reelección.

Sin embargo, Prieto Rodríguez se reveló contra la imposición de Maru Campos y sus «dos mosqueteros» y sigue promoviéndose entre los ganaderos para seguir al frente de la UGRCH.

Esta situación habla de la pérdida de fuerza de la titular del Gobierno del Estado y de la mala operación para «planchar» la renovación en esta importante organización ganadera.

EL dirigente de MORENA, un tal Chaparro o Chaparra -no sabemos- anda defendiendo lo indefendible. Para nada es un secreto que la sombra del narcotráfico pega en Nuevo Casas Grandes, y hasta las autoridades federales cuatroté tienen el ojo en ese sentido.

Cynthia Marina Ceballos Delgado, que llegó a la Alcaldía gracias a la alianza PT-Morena-Panal, no había sido acusada de manera directa, pero ahora esta embarrada con el señalamiento de los LeBarón.

Lo que se sabía es que los jefes policiacos de NCG se mueven y actúan como viles marionetas de un grupo criminal que opera en la zona, pero ya que se acuse al gobierno morenistas de ello, son palabras mayores.

Adrián, Julián y Bryan LeBarón señalan que ya se han ido contra un grupo criminal de la zona, y como respuesta mataron a un integrante de su familia, Ariel Ray cuando fue alcalde, por lo que conocen como se manejan esas personas que ponen criminales al frente de corporaciones, pero ahora ese Chaparro – de mente, tal vez- los defiende.

EL IMSS en Chihuahua no ha podido contra la pandemia al actuar como “nuevos” en cuestiones de salud.  A lo largo de sus servicios, siempre han tenido problemas con sus usuarios por las tardanzas, malos diagnósticos y tratos inhumanos, pero ahora se salen de la raya aún más.

Ya han sido escenarios de varios ring de peleas en varias de sus clínicas, siendo las más sonadas la 44, y de última hora, la 33. La razón es porque no han podido responder a los derechohabientes  los reactivos para las pruebas y largaaaaas las filas de espera que se han convertido solo en otra zona de contagios.

Mientras esto ocurre, la petulancia, la soberbia, y la irresponsabilidad propician el contagio por COVID 19 por segunda ocasión del presidente.

 

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