UNA INFAME VENGANZA POLÍTICA

Se lo expresé durante la campaña en un par de ocasiones: “Lic., siento que el electorado no te favorecerá en esta ocasión”, en tu pretensión de ser senador de la república…” Las cosas en tu partido no andan bien, y la tienes cuesta arriba, tanto frente a tu contrincante del PAN, Gustavo Madero, como ante el contendiente de Morena, Cruz Pérez Cuellar…”

Él a su estilo, festivo y campechano, me palmeó con fuerza la espalda, y expresó: “Tú crees?, No , mira, en unos veinte días aproximadamente, te voy a dar noticias, la tendencia va a cambiar y la vamos a sacar”, palabras más palabras menos. Ello, en la sede del PRI estatal, donde José Reyes Baeza, me aseguraba que ganaría la elección, y continuaba dándome estridentes palmadas también en los hombros, y sonriendo…

El resultado, que por cierto casi nadie atinó, (Excepto Juan Antonio Torres y su Dossier), fue devastador para el ex alcalde, ex gobernador y ex director del ISSSTE, el “flaco” o “tibio” José Reyes se despeñó igual que su presidente Enrique Peña Nieto, siendo vapuleado por los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional, Pérez Cuellar y Bertha Alicia Caraveo Camarena, e incluso rebasado por Madero Muñoz, el panista, segundo lugar en esa justa política.

Este redactor, por aquellos mismos días en que me encontré con Baeza Terrazas, en ese acto en el que intentaba revivir al priísmo con Omar Bazán de dirigente a su lado, escribí en mi columna personal casi lo mismo que le expuse a Reyes en persona, y lo reproduje en una cuenta personal de redes sociales, aludiendo a que el espigado deliciense la tenía “cuesta arriba”…

Apenas el comentario público había sido leído por un centenar de personas en mi muro, y un enviado del delegado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado en ese momento, Sergio Granados Pineda,  me pidió, de parte del también notario y ex secretario de gobierno con Baeza Terrazas, “muy “comedido” por cierto, que si podía borrar esa expresión periodística, de la plataforma digital en la que se difundía.

Transcurrió un día y el contenido sobre mi visión del eventual fracaso electoral de José Reyes, simplemente fue desplazado de manera natural del espacio digital, por nuevos textos e imágenes de carácter informativo y editorial que suelo reproducir en mi MURO.

A manera de secuela de este tema, en las semanas siguientes tuve información adicional, acerca de que el Partido Revolucionario Institucional seguía de picada, desmoronándose, y varios militantes y dirigentes del mismo, como Víctor Valencia, Marco Adán Quezada, Francisco Salcido, Jorge Esteban Sandoval y algunos más, renunciaban al otrora “partidazo”; unos públicamente, y otros en silencio.

Seguí abordando ese y otros asuntos políticos con plena libertad en el periódico electrónico e impreso: elpueblo de Chihuahua, y varias fuentes tricolores, me aseguraban -ya pasada la elección de julio del 2018-, que fueron los propios priístas quienes trazaron la derrota estrepitosa de casi todos los candidatos a los diferentes cargos en esa competencia, y que en el caso concreto de José Reyes Baeza, el descalabro estuvo marcado por una serie de afrentas, traiciones, bajezas, pendientes, descalabrados, y cadáveres políticos que había dejado en el camino, cuando fue gobernador, y en su despilfarrado y desaseado paso por el ISSSTE nacional, entre otras cosas.

Así, otras fuentes del mismo instituto político del ex mandatario chihuahuense, siguieron aportando datos y experiencias que tuvieron con el “tibio” o “flaco” Reyes, de las cuales me llamó la atención una que se fraguó para colocar a Granados Pineda en el ISSSTE estatal, a mediados del 2016, como pago a su abyección al entonces jefe de ese instituto en la CDMX.

Como el círculo rojo y otros sectores del mundo político recuerdan, el antecesor de Granados en ese puesto delegacional, Sandoval Ochoa, había solicitado licencia a la institución en diciembre de 2015, para buscar la candidatura al gobierno del Estado, sumándose a otros entonces priístas, que acariciaban el mismo propósito.

Los enterados de primera mano, sostienen hoy día, que Jorge Esteban, comedidamente expuso su interés a José Reyes, en tiempo y forma, acordando ambos, de caballeros, que si el primero (JESO) no lograba el cometido de la candidatura, regresaría a la delegación federal que ostentaba hasta ese momento, y el trato se reafirmó con un apretón de manos en la capital del país.

Sin embargo, el “flaco” o “tibio” Reyes Baeza, quien se ganaría después de eso, un nuevo mote, de el “rajao” Reyes, faltó a su palabra y desconoció el pacto, como los “meros machos”, pero sin dar la cara ni hablarlo de frente con Sandoval.

Empero lo más reprobable, lo terriblemente deleznable e imperdonable, es la forma en que algunos “vasos comunicantes” del “reyismo”, con la consorte del “Ché” Granados”, incrustados en el ISSSTE de la entidad, operaron la vil acción de quitar a Jorge Esteban del camino, aun siendo, a la sazón, correligionarios del mismo partido político…

“…Hay que ser marranos; pero no trompudos…”, reza conocido refrán.

Aquella funcionaria de primer nivel en el gobierno de César Duarte, ratificada por Javier Corral en su encargo dentro de la estructura de Desarrollo Social, ayudada por contactos quintacolumnistas en el ISSSTE, fabricaron una acusación de supuesto acoso a empleadas de oficinas administrativas del instituto de salud, la cual jamás pudo sustentarse y menos probarse, en contra del delegado Sandoval, para de ese modo, tener un pretexto “ideal”, que filtrado a un medio de información en su momento, impidiera cualquier posibilidad de retorno, de Jorge Esteban al ISSSTE, como se había convenido entre él y Reyes.

Sobre el tema, existen testimonios de trabajadoras administrativas del organismo descentralizado, que fueron contactadas por personal la servidora pública estatal, las cuales sostienen que, también, fueron azuzadas para hacer declaraciones irreales contra el delegado JESO, mismas que se negaron.

No obstante, el aludido, hombre caballeroso, respetuoso y cabal, aguantó “vara” y atendió a las instancias federales donde se interpuso la querella, sin revirar el golpeteo de que era objeto, ni señalar a la feminista Emma Saldaña, nunca, como la mano detrás de la cuna en ese entuerto.

Así, Sandoval Ochoa se replegó en ese momento afrontando el desgaste y la polarización, incluso, dentro del ámbito familiar,  aportó información objetiva y pruebas, y finalmente obtuvo la resolución del caso favorable, luego de un análisis técnico jurídico bajo el expediente Ap-pgr-fevimtra-095-2016, que ya conocen los altos mandos del ISSSTE nacional y de MORENA.

En ese contexto, es que, el 1 de julio de hace poco más de dos años, llega a ese puesto federal,  el “nacho” Granados Pineda, nombrado por Baeza Terrazas, como pago a su fallida coordinación de campaña, e intento de hacer a Lucía Chavira, alcaldesa de la ciudad, un mes antes, cuando todavía Quezada Martínez y la mujer, hacían equipo con el ex gobernador.

Cabe precisar, que de un par de subalternos subrepticios y traidores, a los que Sandoval Ochoa apoyó y dispensó su confianza en esa área de seguridad social, uno está emparentado con José Reyes Baeza, y junto con el otro, aún laboran ahí,  tal vez con la “cola entre las patas”, ya que JES0 (Jorge Esteban Sandoval Ochoa) ha vuelto al ISSSTE estatal, como su superior.

Justo por estos días, una vez nombrado Jorge Esteban en el cargo, por segunda vez, – la primera fue a instancias del fallecido Sebastián Lerdo de Tejada, como director general de la institución- por instrucciones de Luis Antonio Ramírez Pineda,  de nueva cuenta, los “reyistas”, reaccionaron furibundamente ante el retorno de JESO, para lo cual, orquestaron una nefasta y pueril campaña pública contra Sandoval Ochoa, resentidos y revanchistas, por la pérdida de ese espacio de “poder” en la administración pública federal.

 

Además de que no imaginaron, que aquel hombre (Jorge Esteban), al que traicionaron, golpearon y “apuñalaron por la espalda”, regresaría al espacio de donde ellos mismos, con las artimañas y bajezas descritas, lo bloquearon y difamaron, utilizando la necesidad por un puesto seguro de trabajo (plaza de base) de dos muchachas, que, tal vez sin saber los alcances de esa sucia maniobra política, se vieron envueltas en un intento de mancha indeleble, que solo ha tiznado un poco, al que hoy, por una infame venganza, se encuentra remando contra corriente, valiente, con la verdad en la palabra y la frente!!

 

 

 

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