COMO lo dijimos ayer en estas líneas, acaban de llegar y ya dejan tirado el changarro para irse a pasear a la Ciudad de México a andar de políticos. Al menos eso es lo que se dijo entre corrillos por la ausencia este martes tanto de la gobernadora María Eugenia Campos como del presidente del Congreso Mario Vázquez.
El equipo de comunicación del Gobierno del Estado anunció desde el lunes que Campos no tenía agenda, pero obviamente no se dijo si era por atender algún asunto derivado de su encargo. Y en el caso de Vázquez simplemente no se apareció en la torre legislativa para la sesión ordinaria, y más tarde se envió un comunicado y toda la cosa de que el diputado andaba con su jefe Marko Cortés como parte de su planilla rumbo a la reelección como presidente nacional, como si esa información fuera relevante para su cargo como representante popular, como si para eso le pagaran pues su chequecito quincenal bien pagado. Mal inicia don Mario y su equipo de comunicación.
POR otra parte, el diputado se registró ante la Comisión Organizadora Electoral como miembro de la planilla de Marko Cortés, y queda bien parado si este gana la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN. Marko Cortés reconoció en chilangas tierras la trayectoria de Mario Vazquez su experiencia durante la dirigencia estatal del partido en Chihuahua, entre otros cargos. Sera el próximo 23 de septiembre para realizar la campaña del 24 de septiembre al 23 de octubre y llevar a cabo la elección de dirigencia nacional el próximo 24 de octubre.
ALGO raro pasó en la tribuna del Congreso del Estado este martes cuando ante la ausencia del presidente del Poder Legislativo Mario Vázquez, la primera vicepresidenta María Antonieta Pérez Reyes ya se encontraba en posición para presidir la sesión y de pronto apareció el segundo vicepresidente Omar Bazán Flores iniciando los trabajos, como si de pronto se hubiera dado cuenta de que quizá no vaya a tener muchas oportunidades de ser el presidente del Congreso, temporal o no, como siempre lo ha querido ser desde la pasada legislatura, y de plano le dijo a la diputada de Morena “quítate que ahí te voy”. Estuvo raro, nadie supo qué pasó, solo se dijo, mentirosamente, que fue un acuerdo que tomaron en la junta previa, pero si fuera así, no habría tenido caso que la diputada se sentara a presidir. Será el sereno.
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