Minuto 94. Carlos Salcido apareció tirado en el área chica, y los jugadores de Morelia festejaron el 2-1 sobre Chivas en el Omnilife.
En 32 minutos Carlos Salcido pasó de ser el héroe de las crónicas del sábado por la noche al villano en el estadio del Rebaño. El capitán de los rojiblancos anotó el gol del empate, pero en el último suspiro le entregó la victoria a los purépechas, con autogol que apagó la enjundia de los suyos.
Morelia ganó porque resistió más que Chivas. El Guadalajara parecía que se sobreponía a todas las vicisitudes, pero al final terminó claudicando. Pasó justo unos días antes del Clásico Nacional contra América, que será en el Azteca.
El primer obstáculo para Chivas fue un penal en su contra. Raúl Ruidíaz anotó desde los once pasos el 1-0 y puso al equipo de Matías Almeyda contra las cuerdas (51’).
Morelia reculó y Chivas ganó terreno. El corazón lo puso Carlos Salcido. En un tiro de esquina, cobrado por el recién recuperado Carlos Cisneros, el defensa central empalmó y con un fierrazo anotó el 1-1 al minuto 62.
El capitán corrió a mediocampo y les pidió a los suyos continuar al ataque. Sin embargo, la situación se complicó aún más, pues Rodolfo Pizarro golpeó a Diego Valdés y el árbitro lo mandó a las regaderas.
Lejos de rendirse, el Guadalajara siguió cuesta arriba. El portero uruguayo Sebastián Sosa estuvo a punto de terminar como la figura del partido hasta que Carlos Salcido se equivocó al querer despejar el esférico y anotar el 2-1 para Morelia.