Noticias de Chihuahua.- Tras el cambio al color naranja para la capital en el nuevo semáforo epidemiológico por el COVID-19, diversos actores políticos se manifestaron el respecto, unos a favor y otros en contra, unos velando por la economía y otros por la salud.
Por ejemplo, el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Chihuahua (Canaco) Edibray Gómez Gallegos, destacó que a diferencia del año pasado cuando Chihuahua estuvo ya en el color naranja, las restricciones ahora no son tan severas para el comercio organizado.
“Nos pega obviamente a toda la ciudadanía, pero en otros tiempos el naranja era un cierre prácticamente total de negocios y ahora tenemos bares, restaurantes, cantinas y otros sitios abiertos al 30 por ciento y eso es un respiro”, señaló.
Sin embargo, llamó también a los chihuahuenses a extremar precauciones y continuar con todos los protocolos de seguridad, así como a “salir nada más lo necesario” lo que podría significar salir solo al súper, a la farmacia, a trabajar y no a lugares de recreo como bares, restaurantes y cantinas.
Por su parte, el diputado de Morena Benjamín Carrera Chávez reconoció que el cambio de color “implica una serie de restricciones sobre todo económicas que afectan a la encomia de por sí dañada”, pero reprochó que “se atendió después el tema del semáforo amarillo a nivel federal”.
Por ello, consideró necesario que “debe haber una estrecha colaboración entre ambos gobiernos en el tema, porque si no se quieren poner de acuerdo en otras cosas pues bueno, pero en el tema de salud sí es importante que lo hagan porque se trata de la salud y la economía del estado”.
