AL secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, le gusta jugar con fuego, y una persona en su puesto, es lo que menos quiere.
El funcionario despreció de la manera más humillante a los afectados de ARAS, esas personas que perdieron parte o todo su patrimonio, y aún no encuentran justicia.
El pasado viernes que los defraudados acudieron a Palacio a exigir una solución a su problema, los atendió Santiago de la Peña, mismo que les prometió y juro – casi con la biblia en la mano- que los atendería, pero que no hicieran más desmother de manifestaciones ya que su función era esa, ‘apagar el fuego’.
Las victimas de Armando Gutiérrez, aún prófugo de la justica, le creyeron al número dos de Palacio de Gobierno, y levantaron la manifestación con el compromiso que hoy les daría audiencia ayer. Pues llego el día, y acuden loa afectados a Palacio para ver el compromiso de Santiago de la Peña Grajeda, pero este ni pase les dio a las oficinas, es más, ni al baño los dejaron entrar.
EL que ya no sabe ni qué hacer para aparecer en los medios de comunicación es el diputado priista Omar Bazán Flores, quien no solo está pendiente todos los días para usar casos y sucesos emblemáticos de la cotidianidad chihuahuense, nacional y hasta mundial para enviar sus mal escritos textos, con forma ya de iniciativas, ya de opiniones, ya de relatos, sino que también ahora echa mano de los programas de la plataforma Netflix, como la miniserie “Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules”, que habla sobre cómo para vivir más y mejor solo hay que seguir algunos sencillos pasos. Pues el diputado se pirateó la idea para proponerlo también en Chihuahua, lo extraño es que primero lo envió a unos cuantos medios de comunicación hace 10 días y lo enlistó en el orden del día para presentarlo este martes. ¿De verdad no había nadie más en el PRI para representarlo un poco mejor en el Congreso? Sobre todo, porque es la segunda legislatura de Bazán.
AL que le caería bien una buena estudiada antes de salir a medios a decir barbaridades es al panista Alfredo Chávez, quien no solo gusta de repetir ciertas frases a diestra y siniestra, como fue aquello de “la decisión de un solo hombre” como señala una y otra vez al proceso interno de Morena para elegir a su virtual candidata, cuando en el Frente Amplio ni siquiera lo terminaron y terminó siendo precisamente, dicen los que saben, decisión de un solo hombre, que lleva una X en su apellido. Como buen panista obviamente defenderá a la gobernadora de las decisiones, buenas o pésimas, que tome, pero eso de no tener una buena respuesta para cuando le preguntaron sobre que la empresa de Edibray, ese secretario de Turismo fue la que hizo los cuadernillos escolares, sin licitación y a sobre precio, no se ve muy bien que digamos.
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