En las paredes del Hospital General de Zona No. 1, mejor conocido como el Hospital Morelos del IMSS, se escuchan más lamentos que diagnósticos. A diario, personas con enfermedades graves —incluidos niños con cáncer— llegan con la esperanza de ser atendidos, pero terminan atrapados en un infierno de pasillos saturados, recetas sin surtir y camas inexistentes. Y lo más indignante: sin respuestas.
Mientras se multiplican las quejas, en las farmacias del IMSS escasean medicamentos que significan la vida o la muerte. El axitinib, por ejemplo, es un fármaco fundamental para frenar el avance del cáncer. Sin embargo, pacientes llevan meses sin recibirlo. Las recetas se acumulan en las manos de quienes ven cómo el tiempo se les va… igual que la salud.
En urgencias, la escena no cambia. Gente esperando dos o hasta tres días para ser atendida. Ancianos que duermen en sillas, niños con fiebre sin una simple revisión, y familiares que se resignan a ver morir a los suyos en un lugar donde la atención médica debería estar garantizada.
Y mientras tanto, ¿dónde está el delegado del IMSS en Chihuahua? Nadie lo conoce, no da la cara, no emite postura alguna. No visita clínicas, no responde medios, no enfrenta la tragedia diaria de sus derechohabientes. Su ausencia pesa tanto como las muertes que podrían evitarse con un sistema eficiente.
Al interior del Congreso del Estado no termina de convencer la propuesta de Geo Bujanda para ocupar la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, no han podido hacer el consenso entre la bancada del PAN y MORENA, quedan unos días para definir la titularidad de lo que es más que todo una posición política.
Sin embargo, MORENA se quiere sacar la duda de que no sea Geo Bujanda a través de una elección a través del voto popular, aunque le podemos adelantar que la iniciativa no pasará y MORENA lo sabe, así como lo sabe quien lo propone, Cuauhtémoc Estrada, coordinador de la bancada.
En realidad es solo una estrategia, para que entren de nueva cuenta a una negociación, con el objetivo de bajar la iniciativa, pero a cambio de que no sea Geo Bujanda la que llegue, ¿por qué? Es la pregunta que se hacen muchos a este punto, ¿Cuál es el miedo, el odio o lo personal en contra de la ex diputada? Sea cual sea, MORENA quiere llevar la negociación al límite y no van a dudar en hacerlo.
Cinco elementos de Protección Federal fueron detenidos borrachos, armados y prepotentes en plena madrugada, mientras paseaban en una patrulla oficial por el Complejo Industrial. Iban como si nada: tomando, armados con fusil y pistola, y a exceso de velocidad. La conductora, una agente de 21 años, apenas podía sostener el volante.
La escena parecería sacada de una película de humor negro, pero es real. Portaban armas asignadas, incluidas un fusil Galil y una Beretta, como si fueran juguetes de fiesta. Uno de ellos, incluso, se atrevió a decirle a los elementos que los detuvieron que “no los podían revisar porque eran policías”.
Y ahí está el problema. Hay quienes aún creen que portar una placa los vuelve intocables, aunque anden ebrios, aunque pongan en riesgo vidas. Esta detención no solo exhibe a cinco irresponsables con uniforme: destapa una podredumbre más profunda, la de un sistema que sigue solapando a quienes deberían dar el ejemplo.
¿Hasta cuándo? ¿Cuántas veces más vamos a descubrir a quienes deberían cuidarnos… convertidos en amenaza?