LO que debería ser un espacio de atención digna y cuidado humano, hoy es un símbolo del colapso institucional. El Hospital General “Salvador Zubirán Anchondo” se desmorona entre paredes podridas, olores insoportables, negligencias silenciadas y una estructura que parece sacada de una pesadilla.
Las denuncias apuntan a una situación insostenible: los elevadores que ya han provocado accidentes y caídas, siguen sin funcionar con normalidad. Solo uno se mantiene activo y es compartido para todo: pacientes, camillas, médicos, comida, ropa sucia, personal de intendencia. Así mismo las cirugías están paralizadas, al igual que los estudios médicos y hasta la entrega de alimentos. Pero el problema va más allá: la infraestructura está podrida:
– Tuberías viejas revientan constantemente, soltando aguas negras por los pisos.
– En varios niveles del hospital, literalmente, el personal y los pacientes caminan entre suciedad.
– Los techos se descascaran y caen en pedazos.
– Se compran medicamentos que caducan antes de usarse.
– No hay insumos, no hay protocolos, no hay humanidad.
– Los cambios administrativos son una ruleta sin control.
– Corren personal, meten nuevo sin capacitación, y mientras tanto la atención se desploma.
– Servidores públicos tratan con groserías a familiares y enfermos.
Dentro del hospital hay miedo, porque hablar puede costar caro. Médicos callan, directivos tiemblan, y los pacientes… sobreviven si pueden.
El Salvador Zubirán se convirtió en un campo de batalla donde la salud perdió hace tiempo. Y mientras tanto, el silencio oficial con el secretario de Salud, Gilberto Baeza Mendoza.
PEDRO Germán Oliva Jiménez, subdirector de Gobernación Municipal de Chihuahua, anda desatado, y no me refiero en mensajes vía WhatsApp. Y es que el funcionario ya les había dado su palabra a los propietarios de los puestos de alimentos y food trucks de permanecer en la zona de El Reliz, luego que trascendieran amenazas con retirarlos. Ya cuando todo estaba tranquilo, mansitas las víctimas, llegan los de gobernación a largo del camellón de la Prolongación Teófilo Borunda, y empezó el operativo para retirarlos.
Según esto, los lunes, martes y miércoles la zona deberá estar ‘limpia’ de todo tipo de garnachas, y podrían chambear los jueves, viernes, sábado y domingo.
Los comerciantes del sector indican que tienen años en la zona, y nunca se ha registrado algún incidente hasta que llegaron inspectores para darles un ultimátum.
Varios de los vendedores de comida de la segunda y tercer etapa del corredor afirmaron que hace unos días personal de Pedro Oliva les dio su palabra de que podrían permanecer trabajando, luego serían reubicados y finalmente ya cuando los tenían tranquilos, llegaron y les dijeron que tendrían que irse a las de ya por órdenes del jefe.
Todo esto podría desatar un problema, pues no son poquitos los vendedores de esa zona, súmele sus familias, y demás arrimados que son ‘cañón’ para tintes partidistas, y ahora que todo está ‘calientito’ ya son algunas figuras morenistas que andan contactando con algunos afectados, y le den dolores de cabeza a Bonilla.
AL darse a conocer los lineamientos definidos por Morena para sus aspirantes a cargos de elección en el 2027, el diputado del Partido Acción Nacional Alfredo Chávez criticó tanto al partido Morena como a la senadora Andrea Chávez.
“Esos lineamientos es porque están en la borrachera del poder les tuvieron que recordar que deben respetar la ley, porque un acuerdo del Consejo de Morena no borra los delitos que incluso ya se han denunciado, hay una hipocresía terrible”, dijo.
En el caso específico de la senadora dijo que “debe hacer lo que la ley le marca, ella es senadora, aunque ha presentado solo cuatro iniciativas y no están en los temas del estado, pero la senadora debe comparecer ante autoridades por campañas anticipadas y uso de recursos privados”.
Además, dijo lamentar su falta de trabajo legislativo y su desconexión con los problemas reales de Chihuahua porque “ella está en el Tiktok o en la Condesa comiendo”.