Adaptar una obra literaria no debe ser algo sencillo para un director y los estudios que están dispuestos a correr el riesgo, aunque el riesgo de ser un fracaso siempre está presente, sea adaptación o no. Más cuando se trata de una obra que cuenta con un vasto número de seguidores, este se acentúa.
«ESO» es una novela que está presente en el corazón de muchos lectores de Stephen King y es una de sus obras más importantes, sin mencionar que pertenece al metaverso kingniano y cuenta con una miniserie que cautivó a una generación. No sería una tarea sencilla para el director y la casa reproductora que tomó la decisión de readaptarla.
Cuando escuché hace unos años que la novela contaría con una nueva versión, estaba emocionada, porque las especulaciones decían que sería más apegada al libro, el libro es muy descriptivo y crudo.
Además de ser muy extenso, era natural que la miniserie de los 90 omitiera muchas cosas, sin dejar de ser una buena adaptación.
A medida que se acercaba la fecha, sobre todo a mediados del año, debo confesar que cierta reticencia crecía en mí.
Nunca he sido de los fans que descuartizan sin consideración una adaptación o «live action «, siempre he estado consciente que se trata de una adaptación.
Obviamente el director debe tener el respeto por la obra y la esencia de la misma, eso es lo único que pido. Mientras los trailers eran expuestos, tenía desconfianza que al final fuera una película de «pastelazo».