El resultado de una pelea campal que se suscitó el 16 de abril del 2017, en la colonia Chihuahua 2000, fue la muerte de Miguel Ángel Mata Carrasco, adolescente de 15 años, quién esa noche salió de su casa con el objetivo de divertirse.
El joven, en compañía de varios amigos acudió a un condominio de la citada zona a buscar una persona, sin embargo, durante su camino se toparon con un inconveniente, “sus rivales de barrio”.
Tras discutir e intercambiar palabras altisonantes entre los contrincantes, comenzaron los golpes, pelea en la cual intervino L.Y.O.M., quien cegado por la euforia no pensó en las consecuencias.
El adolescente de 17 años, le pidió a A.D.N.S., quien era uno de sus amigos y compañero de fiesta, un cuchillo para entrar en la contienda y demostrar así su fuerza y lealtad hacia sus compañeros de territorio.
En esta reyerta, varios de los participantes resultaron lesionados, dos de ellos con heridas de gravedad, y a la mitad de una escalera, el cuerpo sin vida de Miguel Ángel.
Tras el llamado de los vecinos, las autoridades llegaron momentos después de que se cometió el crimen y arrestaron a varios de los jóvenes, todos menores de edad, quienes fueron señalados como participantes del acto irracional.
Con las investigaciones efectuadas y robustecidas de testimoniales, Agentes del Ministerio Público determinaron que L.Y.O.M. le arrebató la vida a Miguel Ángel y que A.D.N.S. facilitó el arma con la que se cometió el homicidio.
Ambos quedaron detenidos y en prisión preventiva mientras se continuaban las indagatorias, a través de las cuales al final de un Juicio Oral, la Fiscalía acreditó la responsabilidad penal de los adolescentes quienes fueron sentenciados por el crimen.
Después de cinco meses, el homicidio de Miguel Ángel fue resuelto, sin embargo, dos jóvenes se encuentran en prisión como consecuencia de actos que pudieron haber sido prevenidos a través del reforzamiento de valores.