“Ratero”, “enemigo del pueblo”, “traidor de la patria”, entre otras frases de repudio, fue la bienvenida que recibió el eterno dueño del Partido del Trabajo en Chihuahua, a su paso por la valla para ingresar al Congreso.
En tanto, a los impávidos vigilantes del Congreso, cuyas órdenes eran simplemente no dejar entrar a nadie externo, los manifestantes les decían “esto les afecta también a ustedes”, “ellos se jubilan y se van a Europa”, “por qué no nos dejan entrar para señalar a los ladrones del pueblo”, “el pueblo no es el enemigo, el enemigo está adentro, únanse a nosotros”.
La sesión del periodo extraordinario del Congreso del Estado estaba programa para iniciar al mediodía, y casi media hora después aún no han tomado los diputados su lugar para desahogar el único punto del orden del día.