DESDE la semana pasada se atendió en La Parada Digital varios casos de cobros exagerados en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Usuarios evidenciaron que “la empresa productiva del estado mexicano” emite recibos que rebasan los 5 mil pesos bimestrales a hogares que sólo cuentan con 3 o cuatro electrodomésticos y unos seis focos.
Con fotos del recibo como evidencia, incluidos varios casos de Chihuahua estuvieron inundando las redes sociales, y hasta la fecha la queja continua. Muchos que acudían a la CFE a quejarse se topaban con la noticia que los encargados solo les daban algún periodo de pago en plazos, pero no la reducción del importe. Han sido poco los casos donde el personal de la CFE reconoce errores cometidos con las lecturas que sobrepasa cualquier proporción de cobro.
Ante ello, muchos se cuestionan que hace ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Chihuahua, pues en varios casos si ha actuado en varios cobros excesivos.
Tan solo en Cuauhtémoc una humilde familia habita una vivienda evaluada en 320 mil pesos, pero le llegó el recibo por 486 mil 915 pesos. El que paga las cuentas labora como albañil, y así como él hay varios casos.
MUY pronto se les olvidó en la UACH las medidas de seguridad que por obligación, por humanidad o simple sentido común, deben privar en todas sus facultades, ya que en algunas hay áreas que parecen la mera boca del lobo y es un suplicio para los estudiantes pasar por ahí sobre todo los del turno vespertino, como son algunas zonas en la Facultad de Ingeniería y de Contaduría, sobre todo a la hora de la salida cuando los estudiantes caminan hacia las paradas del camión; o en los jardines y pasillos de la Facultad de Odontología y de Filosofía y Letras, donde de plano hacen falta velas para alumbrar el camino y sobre todo, evitar que se repitan sucesos como los de hace algunos meses, que una joven fue atacada en los jardines de la Universidad, en febrero pasado. A ver si el rector se pone las pilas y les prende la luz.
Y a propósito de temas escolares, los que ya no hayan la puerta son los maestros del Colegio de Bachilleres de Chihuahua, a los que su patrona Teresa Ortuño, de plano los ha castigado por todas las tropelías que salen a la luz a través de los medios de comunicación, y ahora resulta que para poder avanzar en el programa académico se han propuesto una serie de indicadores que deben sujetarse únicamente al desempeño de los profesores, olvidando que un proceso de aprendizaje son tres los que intervienen: maestros, alumnos y directivos, si falla uno o se deposita toda la responsabilidad en uno solo, entonces la cosa no funciona. Además, a los maestros ya no se les permite hacer el trabajo conocido como “sucio”, es decir preparar la clase, elaborar material, diseñar exámenes y otras actividades, en casa, sino que ahora deben ir un día a la semana desde la mañana hasta que sea el momento de dar clases, con checador y todo para que no hagan trampa. Total que como siempre ocurre, no se castiga a quien obra mal sino a quien lo destapa.
PADRES de familia están temerosos de casos que se han visto en la ciudad en relación al rapto de jóvenes por parte de personas enfermas.
Tan solo hace unos días se denunció que una jovencita del Colegio de Bachilleres fue jaloneada por el guiador de una camioneta cerrada. La intención del guiador era subirla a la misma, pero unos jóvenes lograron apoyarla y no se llevó a cabo el rapto.
Este hecho ocurrió cerca del CBTIS 122, ubicado en la colonia División del Norte, y afortunadamente unos alumnos de la misma institución fueron los que apoyaron a la estudiante del Cobach. Este tipo de casos no se denuncian mucho ya que los afectados saben que la autoridad poco o nada hará, inclusive los inmiscuyen con los delincuentes.
