EL que ya estaba anunciado y hasta confirmado para participar en la rueda de prensa sobre la plenaria del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional fue el secretario general de Gobierno César Jauregui, quien ya contaba hasta con un identificador con su nombre en la mesa con mantel azul donde se habló del tema. A lo mejor se dio cuenta de lo mal que se habría visto utilizar el horario de trabajo para asuntos del partido, se sabe que lo hacen, pero no hay que ser tan descarados.
Y a propósito de partidos, los que traen pique cantado son Morena y el PAN sobre la Presidencia del Congreso, cuando el primero, en voz de Benjamón Carrera, amenaza con acudir a las instancias correspondientes para lograr quedarse con el puesto que la verdad de las cosas le vendría bien grande al dos veces legislador que ha sido señalado por los mismos juarenses de que no ha hecho nada de gran relevancia en las dos legislaturas que lleva hasta ahora cobrando como diputado, y el segundo, en voz de Mario Vázquez aclara que no hay instancia que pueda tener injerencia en las decisiones del Congreso, a menos, dijo, que el proceso estuviera viciado o tergiversado, como no se acostumbra hacer, desde luego. Falta pues ver a dónde llega todo el show mediático nada más, porque en la práctica se sabe que ganará lo que la mayoría decida, y hasta ahora es claro lo que dirá esa mayoría, y en caso de aceptar Adriana Terrazas la presidencia y llegar hasta instancias como la Suprema Corte o alguna de ese tipo, tendría muy pocas posibilidades de revertirse porque de alguna manera se estaría respetando que presida Morena el segundo año como segunda fuerza política, aunque no haya sido el acuerdo de la bancada.
A quien no le fue tan bien fue al alcalde Marco Bonilla en el desayuno ofrecido este día especial a integrantes del Cuerpo de Bomberos, y es que o estos son demasiado serios o el alcalde no cuenta con la simpatía generalizada, y a veces obligada, de la gente a su cargo. Mientras él se desgañitaba en un discurso más bien lleno de las frases de siempre, nadie lo pelaba, todos estaban en lo suyo desayunando y platicando muy a gusto. Ni siquiera cuando mencionó que al igual que para los policías también para los bomberos habría un bono especial de alto impacto recibió alguna señal de júbilo o un aplauso solitario y espontáneo, quizá por eso hasta el reloj se le movió y agradeció a todos “estar presente esta tarde” a plenas 11 de la mañana.
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