Corrupción, un impuesto regresivo: Mexicanos contra la corrupción

“La corrupción en los hogares es un impuesto regresivo. Encontramos que ellos gastan el 14 por ciento de sus ingresos en pequeños actos de corrupción que permiten vivir o facilitarse a la vida. Si me voy a los hogares en los que se recibe un salario mínimo, 33 por ciento del ingreso anual se destina a pequeños pagos de corrupción. Por eso llamamos que es un impuesto regresivo”, señaló María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos contra la corrupción y la impunidad.

La organización presentó la segunda edición del estudio lanzado en 2015 con la actualización de datos sobre los índices de corrupción en el país e integraron un apartado dedicado al Sistema Nacional Anticorrupción.

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