Para nadie es un secreto, el enorme campo de acción que le han brindado al póker, las plataformas digitales. Gracias al mundo online, el juego de cartas más famoso y practicado del mundo ha encontrado un nuevo espacio donde su impacto es mucho mayor y más pronunciado.
Con sus distintas modalidades, siendo el más conocido y popular el póker Texas holdem, el juego ha sido objeto de estudio, debido a la gran cantidad de personas que lo practican en el presente, pero, desde cuándo se dio esta preferencia por parte del público en una actividad que, si bien era practicada anteriormente, no gozaba de la popularidad actual.
Un hecho que, sin lugar a dudas, cambió la historia del juego desde el punto de vista social, ocurrió en 2003 en los Estados Unidos. En aquel año, durante la celebración de la 33ª Serie Mundial de Póker (WSOP, por sus siglas en inglés), el contador público de Tennessee, Chris Moneymaker, saltó a la fama y le proporcionó mayor carga mediática al póker, al consagrarse campeón del evento.
Este triunfo, lo convirtió en ese momento, en el participante que más dinero ganaba al ser campeón de las WSOP, embolsándose la friolera de 2.5 millones de dólares, entre un grupo de más de 800 participantes, haciendo de él, una celebridad no solo del juego sino del mundo del entretenimiento, y con ello, brindándole también, fama al póker, que empezó a ser tomado mucho más en cuenta por el público y, con ello, a ser más practicado en todo el globo.
Desde entonces, los eventos de este tipo empezaron a llamar cada vez más gente, siendo este desarrollado en 2003, el último que contó con una participación que no alcanzó los 1.000 participantes.
Desde ese momento, y luego de ver el premio obtenido por Chris, era natural que muchas personas quisieran participar en el evento y lograr hacerse millonarios como lo hizo quien, en ese entonces, era un joven de 27 años con dos millones y medio de dólares en su bolsillo.
Pero, lo más increíble de todo, fue la historia alrededor del triunfo de Moneymaker. De allí, partió gran parte de la efusividad y furor creado por el campeonato de este hombre que, indudablemente, ayudó a la mayor difusión del póker en todo el mundo. Y es que, para participar en el evento, Moneymaker solo invirtió 39$, cuando el precio de inscripción suponía un desembolso de 10.000$.
Pero, cómo fue posible esto. Bueno, pues a través del póker online. Por medio de la web, el flamante campeón se registró en un evento de PokerStars. El ganador de esa competencia se quedaría con un boleto para participar en las WSOP. Y si, Moneymaker se impuso en el mismo para ganar su pasaje a la Serie Mundial de Póker.
Y si esto no fue suficiente, después fue a ‘La Ciudad del Pecado’, Las Vegas, y se impuso como el mejor jugador del mundo, lo que le retribuyó una gran bolsa, además de fama mundial. Su inesperada victoria e inspiradora historia, fue bautizada en el mundo del póker, como el «Efecto Moneymaker».
Producto a esto, el póker ganó bastantes adeptos dentro del país, interesándose, cada vez más personas por intentar emular lo hecho por el joven de Memphis, proporcionándole gran expansión a la actividad, que se apoyó en los servicios digitales para crear un campo inmenso del que hoy en día, muchos ven como opción laboral.
A partir de ese momento, Chris Moneymaker es considerado una de las figuras más influyentes en la historia del póker, ayudando a su mayor conocimiento, difusión y propaganda, y permitiendo que muchos descubrieran el póker online, plataforma en la que actualmente, se apoya la mayor comunidad de póker del mundo.
Para tener una idea de la evolución que esto significó, luego de 2003, la cantidad de personas participantes en la Serie Mundial de Póker, pasó de los 839 de ese año, a casi 2700 en 2004, mostrando un repunte de más del 300% con respecto a 2003, además, el premio se duplicó, llegando a los cinco millones de dólares.
En su última edición en 2022, la cantidad de jugadores llegó a los 8.663, la segunda más alta por detrás de los 8.773 participantes de 2006, cuando se entregó, hasta ahora, la mayor bolsa en la historia, con un premio de 12 millones de dólares, mientras que en el presente calendario, el ganador, que por cuarto año consecutivo no se trató de un estadounidense, se llevó 10 millones de dólares.
Lo cierto del caso, es que no sabríamos que sería del póker actualmente, sin lo sucedido hace casi ya dos décadas. Probablemente, con la protuberancia tecnológica, la actividad hubiese encontrado la forma de impulsar sus servicios como ahora, no obstante, gracias al ‘Efecto Moneymaker’, el póker no necesitó esperar a la época de oro tecnológica, sino que se nutrió de esta para mejorar, pero siendo ya una práctica popularizada en todo el mundo.
