En pandemia IMSS se fortalece y amplía su capacidad

México.- Durante la emergencia sanitaria, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) implementó acciones para ampliar su infraestructura hospitalaria, proteger al personal que atiende COVID-19 en la primera línea de batalla y desarrolló estrategias de apoyo a la economía de la gente, informó el director general, Maestro Zoé Robledo.

Durante su comparecencia ante Comisiones Unidas de Salud y Seguridad Social del Senado de la República, como parte de la Glosa del Segundo Informe de Gobierno, destacó que cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador lo nombró como director general del IMSS con un encargo claro: mejorar la calidad de la atención, hacer más cortos los tiempos de espera para una cirugía y fortalecer la medicina preventiva.

“Había que cambiar el rumbo: contratar más personal, formar más especialistas e invertir en infraestructura física. En este mismo Salón de Sesiones de la Comisión Permanente, hace un año hice el planteamiento de este problema, de este déficit estructural y presenté varias propuestas para hacerle frente”, detalló

Indicó que entre las principales estrategias está el Programa de Unidades Médicas de Tiempo Completo; la reasignación de dos mil millones de pesos para la compra de equipo e instrumental, la mayoría sin renovarse desde hacía diez años; aumentar el número de becas, que a 2021 pasará de siete mil 814 a ocho mil 300.

Por otra parte, Zoé Robledo afirmó que de las 56 obras de infraestructura recibidas en la pasada administración que tenían algún tipo de problema y sin claridad en los tiempos de conclusión, hoy 32 ya están operando y 12 están en proceso.

Refirió que enfocados en este proceso de transformación institucional, se conoció la noticia de un nuevo virus en China, “sabíamos que en un escenario de pandemia en México, el Seguro Social tenía que estar a la altura”.

Indicó que se volvió prioritario evitar la saturación hospitalaria que se veía en otros países y que la instrucción del titular de Ejecutivo Federal fue clara: nadie que lo requiriera se iba a quedar sin atención, una cama o un ventilador.

El director general del IMSS dijo que con ese propósito, se maximizó la capacidad de las unidades hospitalarias hasta llegar a 16 mil 118 camas, lo cual se logró con la reconversión de 184 hospitales del Régimen Ordinario y 80 Hospitales Rurales de IMSS-BIENESTAR para la atención COVID-19.

Además, se expandieron unidades nuevas sin fecha de inauguración, unidades temporales y se habilitaron camas en instalaciones no hospitalarias.

Zoé Robledo resaltó que fue clave la construcción de 11 unidades hospitalarias de 38 camas cada una que están en Culiacán, Sinaloa; Ciudad Obregón, Sonora; Mexicali, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua; Tlalnepantla, Estado de México; Puebla; Villahermosa, Tabasco; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Fresnillo, Zacatecas; San Luis Potosí, y Los Cabos, Baja California Sur, con un costo total de 187 millones de pesos y levantados en 80 días; además, se construye una más en Saltillo, Coahuila.

En este sentido, destacó que ayer en la reunión regional de acreditación sobre sistemas de salud resilientes, la Organización Mundial de la Salud reconoció que México ha sido el país de las Américas que ha hecho mayores esfuerzos en su proceso de reconversión hospitalaria.

En otro orden de ideas, comentó que para 2021 se aprobó en el Consejo Técnico el presupuesto más grande en la historia del IMSS en mantenimiento y conservación de unidades: seis mil 135 millones de pesos para iluminación, calefacción, aires acondicionados, calderas, impermeabilizaciones, sistemas de seguridad, elevadores, tomas murales de oxígeno y gases medicinales, cocinas, comedores, vestidores y residencias.

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