AL interior del Tribunal Superior de Justicia del Estado hay dos grupos que buscan controlar la Presidencia del Poder Judicial, por un lado está la ahijada, Myrian Hernández, que está a la postre de lo que se diga desde Palacio de Gobierno, todo con tal de lograr reelegirse y quedar durante 6 años frente a la institución que ha sido el brazo ejecutor de los gobernadores en turno.
Pero por otro lado Miguel Salcido, quien a como dé lugar que básicamente tiene bajo sus manos todo el teje y maneje del personal del Tribunal, ya que una gran parte llegaron bajo su cobijo, los magistrados es sabido que se van para donde calientan las gordas. La renovación del Poder Judicial está en puerta, y Myriam ha obedecido a ciegas las instrucciones que reciben del Poder Ejecutivo Estatal, sin ponerle punto o coma, así son sus ansias de continuar con su poder en la Ciudad Judicial.
QUIÉN ya se quiere largar, pues la toalla la ha tirado varias ocasiones, es el mismísimo presidente de Parral, César Peña. Señalan que desde hace tiempo les indicó a sus líderes naranjas que estaba hartó que lo trataran como un pende…, pero le ordenaron que ni se le ocurriera hacer tal burrada.
Es histórico que un alcalde quiera renunciar a su puesto, pero con César Peña se puede entender, pues desde un principio le dejaron en claro que era solo un pelele, un muñeco ventrílocuo al cual le podían meter la mano, y manejarlo a su antojo.
Por ello, ni su equipo más cercano lo anima a buscar la “reelección”, pues saben lo cobarde que es. Lo peor, Peña va a salir embarrado en algunas auditorias del Estado, y tendrá que cargar con todo el paquete.
También poco o nada en su Informe de Actividades, la realidad es que los parralenses lo aborrecen, porque ni turismo, ni inversión y seguridad ni se diga, no hizo absolutamente nada más que llegar a los eventos a dirigir algunas palabras y fugarse.
UN buen de polis de la Estatal andan que no los calienta ni el sol en esta temporada de verano y todo porque los están obligando a que asistan a los ensayos para el desfile del próximo 16 de septiembre.
Los polis están molestos porque tienen que ir a los ensayos varias horas por las mañanas, aún y que hayan trabajado de noche, es decir, terminan su turno de labores y se pasan a la marchada.
Pero no solo esto, hay otros más encabritados porque resulta que aunque les toque descanso pues tienen que acudir a los ensayos.
Lo más gacho, es que los polis de la tropa deberán asistir mínimo diez días y los de los grupos fifís, como los detectives “chinos” y los desaparecidos del Swat parece que solo van a ir unos cuantos días-