La tilma de Juan Diego, un milagro; ha sido estudiada por la ciencia

México.-Este 12 de diciembre se cumplen 491 años desde las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac.

Se trata de un hecho histórico, religioso y cultural que acompaña prácticamente a toda la historia de nuestro país al surgir 10 años después de la caída de México-Tenochtitlán.

Durante los casi cinco siglos que preceden, la tilma en la que se estampó la imagen de la Vºirgen Morena no deja de llamar la atención por contener hallazgos increíbles.

Sorprende tanto a las personas de fe que dan por hecho la existencia de la Morenita del Tepeyac como a  quienes han encontrado resultados asombrosos en sus ojos, manto y flores desde la perspectiva de la astronomía, oftalmología, matemática y química.

Para 1751, el maestro pintor Miguel Cabrera emitió un dictamen sobre la tilma guadalupana a petición del cabildo del santuario mariano.

En su conclusión dictaminó: la imagen estaba realizada en cuatro técnicas jamás practicadas por nadie sobre una superficie y menos aún sobre una tela tan burda como un ayate: óleo, dorado, aguazo y labrado al temple, según se comenta en la Mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

El rector de la Basílica de Guadalupe, Salvador Martínez Ávila, relata que la tilma sorprendió cuando, en 1921, le estalló una bomba de dinamita y no pasó nada.

Asimismo, la ciencia de la oftalmología ha aportado desde el siglo pasado grandes revelaciones acerca de lo que reflejan los ojos de la virgen.

Desde el instrumental más básico hasta la tecnología más potente han coincidido en que en ambos ojos se observa a 13 personas, dos de ellas muy parecidas a Juan Diego y al primer obispo de México, Fray Juan de Zumárraga, según constató una prueba de años recientes en la que se ampliaron los ojos de la virgen dos mil veces su tamaño.

El manto de María de Guadalupe no se queda atrás la imagen original contiene 46 estrellas distribuidas en forma asimétrica y el planeta Júpiter, según lo constató desde hace un par de décadas Fernando Ojeda.

Algunas de las constelaciones que se corroboraron por estudios científicos son: Ofiuco, Libra, Escorpión, Sagitario, la Cruz del Sur y la Osa Mayor a la hora en que se impregnó la imagen de la virgen el 12 de diciembre de 1531.

Las peticiones para seguir estudiando la imagen continúan, por lo que siempre tienen que discernir la seriedad del estudio.

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