POR razones políticas y compromisos adquiridos en campañas, viene la regularización de los vehículos “chuecos”, pues existe mucho dinero de por medio.
El pretexto es el de siempre: Ayudara a reducir los índices de inseguridad en la entidad, pero ¿Cuándo se ha visto que esto abone aunque sea un poco?
Ahora se pretende legalizar la ilegalidad, y esto ocurre cada entrada de gobierno nuevo solo por razones políticas.
¿Qué pasa con las familias que se han esforzado en tener un automóvil nacional con cero deudas? ¿Qué hay para ellos?
¿La revalidación, placas, su seguro y demás impuestos seguirán siendo cobrados de la misma manera, o también se eliminaran como apoyo a los que están dentro de la legalidad?
El pleito de los “chuecos” es el de siempre, solo que ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador ya lo puso como prioridad en su agenda, y los gobierno estatales y municipales lo han visto con buenos ojo$.
Bien lo dijo también el diputado Mario Vázquez Robles, “Regularización tendría dos aristas, una buena y una mala, por un lado podría beneficiar a las familias que cuentan con una unidad de este tipo y por otro lado, podría afectar la economía nacional del sector automotriz”.
El coordinador del Grupo parlamentario del Partido Acción Nacional explicó que como todo “se tienen dos facetas, una que es reconocer a vehículos que ya están circulando en el país que ya pueden plaquearse (sic) e identificarse debidamente y meter en el ámbito regular miles de vehículos”.
Y por otro lado “puede haber una afectación a la industria automotriz en el país donde tenemos fabricas importantes y la producción de vehículos de origen nacional, hay que revisar muy bien el tema, pero de entrada hay una decisión del Gobierno federal que nosotros abrazamos y vemos cómo coadyuvamos para que quede en los mejores términos”.
También dijo que la medida puede ser positiva en cuanto a que para llevar a cabo la regularización se cobrará una determinada cantidad y “con esto lo que haces es meter al orden a vehículos que no pagan placas, entonces habrá el ingreso necesario para las arcas del estado que por ahora están muy comprometidas”.
PESA contra el gobierno de López Obrador el que 13 millones de mexicanos no puedan entrar a Estados Unidos aunque tengan visa, y la gran mayoría son maestros y personal administrativo de las escuelas. Tampoco algunos jóvenes de 18 a 30 años de edad.
La razón es por qué tienen vacunas no reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre ellas la vacuna CanSino de China que solo requiere una dosis por persona vacunada, por lo que para la EUA, no tienen el esquema de vacunación completo, afectando a personal educativo de México.
Otra es la vacuna Sputnik de Rusia, la cual se aplicó entre algunos jóvenes de 18 a 30 años ya que no está dentro de la lista de las aceptadas. Por lo anterior, no podrán entrar al vecino país a partir de los primeros días de noviembre que se abra la frontera.
Por lo anterior, este nuevo ordenamiento del gobierno gringo pega a AMLO y su “cuatro té”, quienes tachan la medida con tintes políticos o ideológicos.
Ante ello, se estará emprendiendo en próximos días en las mañaneras un ataque directo contra el gobierno estadounidense y a la Organización Mundial de la Salud para que termine de dar los certificados a las farmacéuticas de todo el mundo que han entregado vacunas. Esto sin duda también será una bandera política en lo local.
LUEGO de las peladas que le dieron a la gobernadora Maru Campos, una víctima estuvo en uno de sus eventos. Fue durante la toma de protesta a los integrantes del Comité Estatal de Planeación para el Desarrollo (Coplade) que todos volteaban a ver a uno de los invitados, el senador Gustavo Madero.
El evento fue presidido por Maru en Palacio de gobierno, y muchos esperaban una conversación entre ambos panistas, y las cámaras fotográficas estarían por todos los ángulos, pero esto no ocurrió. Ni Gustavo Madero, ni Maru Campos pusieron humildad al pleito que se traen desde hace rato.
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