-Panistas: ¿Pues qué no ganamos?
-La verdad del cambio del semáforo
-Seguro de vida corralista

CON eso que se aproxima Hallowe’en, los zombies empiezan aparecerse, y no cualquier muerto viviente. Los priistas Héctor «Teto» Murguía, Patricio Martínez y Ricardo Yáñez Herrera están de vuelta al ruedo, y tienen metidas sus sucias manos en la Secretaría de Educación, mientras que muchos panistas están a la espera de ingresar a la nómina estatal.

Mire nomás, Teto Murguía metió a su cercanísimo operador Maurilio Fuentes quien esta semana será nombrado por Javier González Mocken como subsecretario de Educación.

Ricardo Yáñez Herrera, el duartista procesado por peculado y que «negoció» con el innombrable JaCo su libertad a cambio de presuntamente declarar en contra de César Duarte y pagar una cantidad millonaria a la hacienda pública, que por cierto no ha dado ningún abono. Pues este ex funcionario metió a su socio y operador de negocios Marco Licón al Colegio de Bachilleres, dónde dejó varios pendientes sin resolver como los departamentos construidos allá en Juárez.

El exgobernador Patricio Martínez metió a su sobrino Mauricio Martínez como proveedor de la dependencia a cargo de González Mocken, pero varios panistas de la campaña de Campos Galván tienen muchos elementos en contra de ese personaje durante la campaña cuando rentaba los aparatos de sonido, las tarimas y demás arrimadijos.

Estos priístas lograron estos espacios debido al origen tricolor de Javier González Mocken y a qué junto a sus hermanos José Luis y Héctor están visualizando está dependencia como un «tesoro» en tiempos de pandemia y todo bajo la autorización de la Gobernadora Campos Galván.

Priístas, perredistas, expriístas,  dhiacos, de toda la fauna política han encontrado acomodo en la administración estatal, pero y los panistas cuándo? ¿Pues qué no ganamos, se preguntan?

VARIAS voces al interior de la Secretaría de Salud tienen preocupación por las más de 40 mil pruebas COVID 19 que fueron guardadas por órdenes de la «corralista» Mirna Beltrán Arzaga desde enero y están a punto de caducar.

Aseguran que a la subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud le entró la prisa por aplicarlas en todo el estado para evitar que está información llegue a oídos del chilango secretario Felipe Fernando Sandoval Magallanes, quién aún no puede tener el conocimiento real de las condiciones de toda la dependencia a su cargo.

De ahí que el cambio de semáforo de verde a amarillo establecido por el Consejo Estatal de Salud fue manipulado por ella para poder aplicar dichas pruebas de una manera más rápida y no le levanten actas administrativas o denuncias penales por haberlas guardado arbitrariamente a ella y a su jefe directo, protector y amigo JaCo.

La comandante en jefe contra el coronavirus, nombrada por Javier Corral en abril de 2020 quiere continuar en este encargo. A dicho a los de su equipo que a la MaruGober la tiene ganada, porque como no entiende de temas de salud la información que ella le pasa, se la compra toda.

Tenemos informes de que tiene amenazados a los del Departamento de Epidemiología de que no entreguen información a nadie sin antes revisarla ella, ya que

modifica – cómo ha hecho todo esté tiempo de la pandemia-  los lineamientos nacionales para Covid con tal de permanecer en su puesto.

Mirna Beltrán sigue en contacto directo con el innombrable Javier Corral, el peor gobernador que ha pasado por Chihuahua.

LA otra del exgobernador JaCo es que les concedió un seguro de vida de los más buenos a sus más cercanos, y este aún se cobraba del  erario. Son 27 secretarios, 197 subsecretarios, coordinadores y/o directores los que gozaban de este “regalito” gubernamental, pero ahora se les quitara.

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