EL tema del diputado Edgar Piñón va más allá de un acto autoritario de Graciela “Chela” Ortiz, el piñonazo no fue “chelero”, sino morenero, pues por un tema personal que decidieron guardar bien, los de la izquierda ya tenían lista una campaña de desprestigio en su contra.
El tema encendió focos rojos al interior de la alianza, sobre todo en Parral donde consideran que se arma fuerte el mitote porque la población aún guarda ciertas reservas y juicios de valor que rayan, dirían algunos, en lo mocho y recatado.
Cuando la situación llega al conocimiento del Comité Ejecutivo Nacional, la secretaria de Organización, o sea Chela, ni tarda ni perezosa decide pagar uno de muchos favores al Notario Público 1 de Parral, Guillermo Ramírez Bolívar, al postular a su hijo Guillermo Patricio Ramírez Gutiérrez por la candidatura del PRI, en lugar de Piñón.
Lenguas viperinas de la “capital del mundo” donde ni siquiera hay trabajo para le gente local, aseguran que todo fue por acuerdo, que Piñón decidió bajarse para mojar la pólvora de los morenos, quienes ya estaban listos para disparar a matar.
Lástima de candidatura que tenía todas las posibilidades de conservar el bastión legislativo para el PRI que aún está fuerte en Parral. Ahora deberá competir con un candidato que deberán posicionar en conocimiento del respetable público, ya al cuarto para las doce.
CORRE el chisme al interior del PRI que la primera posición pluri al Congreso del Estado será para la hija de Chela, mientras que la segunda posición la ofrecieron a Memo Márquez, quien al ver pocas posibilidades de subir en segundo puesto, por motivos de género, la cedería.
En tercer puesto van y en cuarto Jorge
ALGO pasa en el Congreso del Estado, cuando no es una diputada pirata cuyos asesores plagian otras iniciativas o textos y hasta artículos académicos, es un orden del día equivocado, como en la sesión más reciente en la que incluyeron en el orden del día una iniciativa que ya había presentado el nunca bien ponderado, y cómo hacerlo, Omar Bazán, y así darse cuenta solo retiraron el asunto y santo remedio.