Chihuahua.- A la Comisión del Agua del Congreso del Estado le tomó casi dos años el resolver una iniciativa que presentó en mayo del 2019 el diputado priista Omar Bazán, que además de acuerdo con los integrantes, perjudicaba más de lo que buscaba beneficiar a los usuarios de la Junta Central de Agua y Saneamiento del Estado, por lo que la desecharon.

A decir del diputado Humberto Chávez a nombre de la Comisión, se declaró sin materia la iniciativa identificada con el número 898, para reformar la Ley del Agua del Estado, ya que resulta perjudicial para la prestación del servicio lo solicitado por Bazán y también consideraron inviable la pretensión de reformar el Código Penal del Estado, para dar cumplimiento al tipo penal propuesto.

Así mismo, en el dictamen se aprobó exhortar al Poder Ejecutivo Estatal, a través de la Junta Central de Agua y Saneamiento del Estado, para que continúe con su programa de instalación de válvulas expulsoras de aire en diversas redes de distribución de agua potable; y analice la posibilidad de ampliarlo a las tomas domésticas, comerciales, industriales y demás señaladas en el artículo 37 de la Ley del Agua del Estado de Chihuahua.

Explicó que con el cierre de válvulas de determinadas redes de distribución estas se vacían, llenándose a su vez de aire, lo que “resulta de cierto modo benéfico, en virtud de que no permite que se colapsen, impidiendo con ello que la presión que existe sobre las tuberías las destruya”, y a pesar de que en el dictamen se reconoce que “cuando se abren las válvulas, el torrente de agua empuja el aire que se encuentra en las tuberías, lo que genera que los aparatos de medición instalados registren una cantidad de aire expulsada, lo cual es en detrimento de los usuarios”, se rechazó la iniciativa al “observar que resulta imposible que las tuberías de las redes de agua potable se queden sin aire, porque provocaría un daño mayor extraerlo, mientras no contienen agua.