SE salieron de control las cosas en el IMSS de Parral. El alcalde, Alfredo “El Caballo” Lozoya había hecho lo propio para evitar esto, pero las malas prácticas de dicha institución de salud provocaron un caos con ese asunto del COVID-19.
Ya van dos contagios oficiales, y se habla de otros más que mantienen en reserva, y con ello estallara que todo un turno de médicos y enfermeros se encuarentenen.
La raza de salud anda asustada, y varios prefirieron no irse a dormir a sus viviendas y separarse de sus seres queridos. A otros les ha valido y andan como si nada paseándose por la capital del mundo ya que pudieran estar infectados y ser asintomáticos.
El asunto es que desde el primer contagio y su atención en el IMSS, el director no actuó como un profesional, señalan los mismos médicos, y prefirió no mandar a los afectados al Hospital Central en la ciudad de Chihuahua.
Según se ha mencionado todo el asunto viene desde Santa Bárbara donde hubo un velorio con asistentes que llegaron desde Minnesota, Estados Unidos. En breve a las autoridades sanitarias no les quedara otra que decir la verdad de más contagios.
EN redes sociales dio la vuelta el video de La Parada Digital donde la propia alcaldesa Maru Campos dijo que podían hacer “la fiestita con dos o tres cuates y nos vamos turnando cada fin de semana…”
Algunos medios de comunicación la retomaron y publicaron en sus redes sociales, donde la ciudadanía está molesta. Ven la actitud de Maru como una estrategia de su campaña política y quedar bien con los todos, pero lo que no sabe es que la gente está cansada de esas reuniones y fiestas con la música a todo volumen a las 2 de la madrugada, si bien les va.
Muchos opinaron que lo que debería hacer la presidente es arreglar la página del municipio que tiene rato sin funcionar y sus cuates no pueden acceder a convocatorias, y apoyos ofertados por la alcaldesa. Como están las cosas, es muy probable que los mande a las Webs del gobierno federal a conseguir apoyos por la contingencia.
Pues para cerrar tema de fiesta, mientras sean peras o manzanas, ahora la DSPM actuara este fin de semana contra los noctámbulos domiciliarios con cárcel de hasta 36 horas y multas de hasta 10 mil 425 pesos. Claro que esto no aplica si usted está en su casa e invita a tres cuates a pasar la cuarentena con unas bebidas y música, pues ya lo dijo la alcaldesa.
DE azul los panistas y alguno que otro despistado, de guinda los de Morena, de naranja los de Movimiento Ciudadano, de chile, rojo y de manteca portaron este martes el cubrebocas los 27 diputados presentes en la sesión ordinaria para reformar el presupuesto.
Hubo también quien mostró su paranoia al portar, además de un cubrebocas, una careta de plástico, como la diputada Georgina Bujanda, a quien ya antes la han visto en algunas reuniones con esa careta. Pese a que las autoridades federales siguen insistiendo en que el cubrebocas no protege del contagio de COVID-19, ellos andaban fascinados con su artilugio que a los que tomaron la palabra, les dificultó un poco el que se les entendiera y que usaron además, como mensaje político al usar los colores de su partido.
EL que de plano pensó que la tecnología había avanzado tanto como para tomar en cuenta su participación a través de una plataforma digital fue uno de los seis diputados ausentes en la sesión, el de Morena Gustavo de la Rosa, quien desde Youtube donde se transmitía la sesión en vivo dijo “presente” e hizo una propuesta para el destino del presupuesto redirigido, propuesta que ni siquiera le hubieran aceptado en el Pleno, menos así.
