-Una empleada más
-Maru, el semáforo y el ómicron
-Viola Congreso e Ichitaip su propia ley

DICEN que la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Miriam Hernández, parece empleada del Gobierno del Estado. Indican que hace caso de inmediato a un tronado de dedos, tipo Thanos y desaparece su Poder.

El tronido surge desde el edificio que esta frente la Cruz de Clavos, donde también se escucha una voz que dice ‘Soy inevitable’.

Los empleados del Poder Judicial señalan lo anterior, pues no entienden como a cada rato la jefa va a reuniones en Palacio, donde le ordenan varios asuntos a resolver en el Poder Judicial.

LA gobernadora Maru Campos se contagia de nuevo por COVID tras sus vacaciones, pero por medio de un video da señales que está bien para dirigir el estado desde su encierro en su  vivienda.

No es para menos ante el incremento constante en los últimos días de casos de COVID donde indica que ya estamos en la cuarta ola de la epidemia, donde habrá muchos contagios por la circulación de las variantes del virus delta y ómicron y muchas bajas por incapacidad entre el personal de salud.

A pesar de ello, en el Estado jugamos con los colores del semáforo, y ponemos en riego a la ciudadanía, pues tampoco las autoridades de Salud están capacitadas y tiene el remedio para  reforzar la atención.

Por lo pronto ya está la advertencia que  la variante ómicron tiene una velocidad de transmisión mayor que las variantes anteriores y que provocará un mayor número de casos leves con manifestaciones clínicas bronquiales en lugar de pulmonares, que se traducirán en un incremento de las consultas ambulatorias en unidades de primer y segundo nivel con atención de medicina familiar.

AHORA resulta que existen diputados que reniegan o se deprimen por su ‘ridiculum’, por lo que no lo muestran de manera pública a pesar de estos obligados por ley.

Lo peor del asunto es que a esta LXVII Legislatura no le dicen nada por incumplir la propia ley de transparencia que aprobó en 2015.

No hay  datos al respecto de los 33 legisladores que la integran, pero en el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública, andan sordos, ciegos y mudo, cayendo también en un “delito”, pues el Ichitaip viola su propia ley en su Capítulo III titulado “De la verificación de las obligaciones de transparencia”, al no observar lo señalado en el Artículo 96 de que “el Organismo Garante verificará que los Sujetos Obligados cumplan con las obligaciones previstas en este Título y demás disposiciones en la materia”, al ni siquiera dar una revisadita a la página oficial del Congreso y darse cuenta de la falta a la transparencia.

 

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