LA pugna entre morenos es protagonizada por Cruz Pérez Cuellar, alcalde de ciudad Juárez, y Juan Carlos Loera de la Rosa, Ex Delegado Federal, es odio del bueno.
Pues ahora por temporada electoral, pues están afectado intereses de otros morenos, salen con la payasada que ya son very compas.
Andan pagando a medios para que digan que “es un acontecimiento que podría marcar un nuevo capítulo en la política de Ciudad Juárez”, pues ambos han decidido dejar de lado sus históricas diferencias. Lo anterior por qué Pérez Cuellar invitó a su “amigo” Loera de la Rosa, a unirse a la ceremonia pública y solicitando a los asistentes que le brindaran un aplauso.
Dicen que Loera tenía mucho que aportar. Ya convenció a Cruz Pérez de dejar de ser corrupto. También de dejar de reprimir ciudadanos y de dar explicaciones sobre la casa de los 30 millones, la compra de fabuloso a precio de Lysol, los contratos de mantenimiento sobre facturados y quien le prestó la Yukón. ¡Así se construye la unidad! Bravo por los dos prohombres de la 4 T, señalan en chat políticos, donde también el consultor político Reyes Castro recuerda esta payasada a una anécdota para entre Porfirio Díaz y su compadre Manuel González:
Manuel González fue electo presidente de la República de 1880 a 1884. Durante ese tiempo, que fue una simulación absoluta de su compadre Porfirio Díaz, este último comenzó a sospechar que su compadre en verdad se estaba saliendo del huacal y que la presidencia de la República le estaba haciendo perder un poco el suelo, al que solo había sido usado para fines simulatorios.
Cuenta la jocosa anécdota que don Porfirio pidió una audiencia con el titular del Ejecutivo, para efectos de expresarle una especie de rechazo –falso, por supuesto- a su aspiración presidencial. Palabras más palabras menos, estando frente a su compadre el dictador le expresó: Fíjese, presidente, que quería yo hacerle una aclaración, porque se está rumorando en últimos días que yo buscaré nuevamente la presidencia de la República, al tiempo que Manuel González, afanoso, comienza a levantar papeles de su escritorio y abrir y cerrar cajones de su mueble, como quien no sabe dónde se encuentra algo que requiere localizar de forma inmediata.
Don Porfirio, al observar que su compadre no le ponía la suficiente atención, en tono molesto le dice: Bueno compadre, ¿pues qué cabrones buscas? Levantó la mirada el presidente de la República en funciones y pregunta: ¿que qué busco compadre?, con una carcajada le dijo: ¡al pendejo que se lo crea compadre!
SOBRE este mismo circo y cosas para Ripley, habrase visto la situación inédita de diputados panistas defendiendo a un grupo de argüenderos morenistas de Juárez, que fueron a hacer el teatral mitote a la casa de Cruz Pérez Cuellar en El Campestre, la zona más exclusiva de la frontera.
Si bien, el hecho de que encabezara la manifestación la multipremiada actriz Perla de la Rosa otorga una especie de legitimidad y licencia moral a los reclamos, también pierde objetividad la estrecha cercanía que tiene con Juan Carlos Loera, al ser su prima.
En contexto, Loera es el enemigo y seguirá siendo cantado de Cruz, alcalde que calladito aguanta los tranzacos que hasta con la cubeta le ponen cada lunes y martes desde el PAN, y casi todos los días al interior de su movimiento y partido Morena.
Los manifestantes acusan represión y mordaza de los Pérez Cops, pero simple y sencillamente los “espontáneos” súper cívicos ingresaron sin permiso al fraccionamiento, con altavoz y micrófono parecía que tenían la feria del hueso junto a las casas de los dueños de juaritos que no viven en El Paso, y por eso pues… los mandaron retirar.
PUES el Presidente del Fideicomiso del Centro Urbano e Histórico de la Ciudad de Chihuahua (CUHCUU), Patricio Martínez, no sale de la mecedora y se mete al ambiente político al hacerle de padrino a Alejandro Domínguez. Ambos priístas se pusieron de acuerdo para sacar la jalada, otra vez, del desmother que dejó el entonces alcalde Marco Quezada con esa obra – Rival del Olmeca Domínguez para diputado federal- pues según esto se puede derrumbar, y hasta declara que la Catedral la lleva también de hundirse por ese mismo motivo. Será cierto o no, no se vale que jueguen con los electores, tratándolos como pendejos, dijera la anécdota de Porfirio Diaz.