DESARMARON a policías de la Agencia Estatal de Investigaciones que reprobaron los exámenes de confianza, algo que ya les habían avisado a los jefazos semanas atrás, pero hicieron concha y ahora les explotó la bomba.
Ahora que la bronca ya está en grande tuvieron que destituir al encargado de la armería, de nombre Rafael Márquez Pérez por la gran investigación, por no acatar una la investigación de control interno de la Fiscalía. Claro que el escándalo escaló hasta la oficina del empresario César Jáuregui, quien también despacha como Fiscal.
Se supone que este lunes ya tienen que andar con permiso de armas muchos de los elementos sancionados, y de hecho muchos ni las entregaron a pesar que desde enero tenían los permisos de portes vencidos, pero hasta casi tres meses después explotó la bomba. “Pero así los traían a la brava, tipo cholo”, fue la expresión que utilizó la lengua viperina que pasó el dato.
AL que le quitaron el vuelo de llegar al Congreso para hacerle ruido a Javier Corral, nuevo muñeco de oro en Morena, fue a Otto Valles, quien desde la capital del mundo arribaría a los aposentos de los diputados para pedir que la Comisión Jurisdiccional reactive los procesos de juicio político en contra del haragán consentido de Sheinbaum.
Viperinos legislativos aseguran que apenas anunció Valles en uno de los 20 grupos de información que tiene Morena, que iba a grillar a Corral, Cuauhtémoc Estrada puso el grito en el cielo y movió sus influencias para evitar que perjudicaran a su nuevo patrón con el asunto de la doble nacionalidad de Corral que le debería haber impedido encabezar el peor gobierno de la historia de Chihuahua.
Dicen que incluso Estrada se anda asesorando con el Padre Negris para ver si desde el Vaticano le pueden retirar a Cruz el compadrazgo con Corral, para dárselo a Cuauhtémoc e investirlo como el nuevo compadre del haragán paseño, porque hasta lo defendió el jueves a muerte de los embates de reporteros que no le hacen al palero de Morena.
OTRA corralista renegada que anda desatada es Mayra Arróniz, la presidenta del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa, quien desde su magistratura se atrevió a cantarle bronca a la mismísima gobernadora.
Todo partió de una multa contra Gilberto Loya de 100 UMAS por no acatar la orden de otorgar pensión alimenticia a la viuda de un policía, un burdo y desconsiderado descuido administrativo.
Los 6 mil 500 pesos de multa que le aplicaron a Loya son insignificantes, lo que sí caló es la advertencia que en la sentencia Mayra Arróniz hace a Maru en caso de que el Secretario de Seguridad no haga caso. ¿Le cantó un tiro a la mismísima gober la magistrada?
Ahora resulta que los patos le tiran a las escopetas, dijeron más de dos en Palacio de Gobierno y Congreso, pero nadie sabe a qué se atiene Arróniz.