Chihuahua.- Lo fantástico para educar en valores como la cooperación, el espíritu de equipo, la solidaridad, las ganas de superarse, el esfuerzo y la constancia, no existieron en un “amistoso” partido de futbol, y se convirtió esta noche en un campo de batalla.
Fue en las canchas de la Unidad Deportiva Norte José Pistolas Meneses, al norte de la ciudad, donde los árbitros no pudieron controlar que los jugadores de los equipos rivales volcaran sus bajas pasiones, sus frustraciones, sus esperanzas, y agresividad.
Ante ello, fue necesaria la participación de elementos de la policía municipal, quienes iban con toda la intensión de aventar patadas y cabezazos para controlar los ánimos, pero a la llegada, la mayoría de los jugadores habían huido de la cancha, y sin pagar el arbitraje.
Los uniformados sólo encontraron a algunos de los jugadores con golpes y raspones, por lo que regresaron a sus rondines.
