-El salvador
-Sin cambios reales
-San Fonden

EL que de plano se cree en serio que fue el muchacho chicho de la película gacha es el maestro que acompañó a los estudiantes de la UACH en su viacrucis en Acapulco, y que tampoco hizo nada por ellos, más que culparlos de lo que se decía en medios y que el rector le ordenaba no se diera a conocer. Resulta que en cuanto lugar se para, como con sus amigos de la Guay, ofrece un relato de fantasía de lo que fue la experiencia tras el Huracán Otis, prácticamente parándose el cuello diciendo que por él fue que salieron del puerto, que él fue el salvador prácticamente de los 33 alumnos que solos se organizaron para buscar víveres y sobrevivir hasta el viernes cuando al fin pudieron salir de Guerrero. La verdad es que todos los de la UACH mejor deberían callarse sobre sus omisiones y no andar inventando que sí hubo apoyo, y como en este caso, que el maestro fue el héroe de la película.

YA va para seis meses que se inauguró el subcentro de la Plataforma Centinela en la ciudad de Cuauhtémoc, mismos que brindaría cobertura a Gran Morelos,  Bachíniva, Ocampo, Cusihuiriachi, Guerrero,  San Francisco de Borja, Nonoava, Riva Palacio y Belisario Domínguez. Lo raro del asunto, es que según estadísticas, estos lugares es donde más hechos delictivos han ocurrido, ¿Cómo ve?

Los más de 221 millones de pesos, cientos de cámaras, y arcos centinela, se los ha pasado por el arco del triunfo, los malandros, operando ahora más carteles de la droga que antes.

Tan solo ayer, varias viviendas con orificios de bala de grueso calibre, ejecuciones, y lesionados. Lo peor, sin detenidos.

En Ciudad Juárez ni se diga. Ayer hubo nueve asesinatos en distintos puntos de la ciudad, y todavía esta madrugada de miércoles, otra balacera más en la colonia Plutarco Elías Calles. Tampoco sin detenidos.

LUEGO de la tragedia en Acapulco todos extrañan, y hablan del al Fonden (Fondo de Desastres Naturales), pero no dicen que fue el más puro ejemplo de corrupción, aunque sin mediar juicios, pruebas o responsables que hayan llegado a prisión.

Ahora, con el nuevo Programa de Fondo de Desastres Naturales (PFDN) no cuenta con reglas de operación claras y el dinero se esparce a través de las secretarías de estado, dando mayor margen del uso político de los recursos. ¿Cuál es la diferencia?

El punto es que ayer el diputado del Partido Acción Nacional, PAN, Ismael Mario Rodríguez Saldaña propuso exhortar al titular del Ejecutivo Federal y a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, para que contemplen para el ejercicio fiscal 2024, los recursos económicos para el restablecimiento del fideicomiso del Fondo Nacional de Desastres Naturales.

En su argumentación dijo que desde 2019, los niveles de dióxido de carbono, gases de efecto invernadero, así como otras amenazas que repercuten directamente en el cambio climático, han hecho que las ciudades registren cada vez más altas temperaturas, y la agenda 2030 de la ONU, advierte que, no solo las economías nacionales, sino en general la vida de las personas debe cambiar de forma real ante la inminente transformación del medio ambiente.

Recordó que en el 2020, el fideicomiso del FONDEN que permitía atender afectaciones por algún desastre natural, desapareció y ahora si bien existe una partida presupuestal para este objetivo “lamentablemente se encuentra cada vez más reducida, ya que para este 2023 se aprobó un presupuesto de 17 mil 980 millones de pesos y para el primer semestre del año, ya se le había hecho un recorte de 3 mil 761 millones de pesos, lo que parece se repetirá para 2024, con una asignación de 17 mil 985 millones”.

Recordemos que entre 2021 y 2022, con un presupuesto de alrededor de 10 mil millones de pesos y con 645 declaratorias de emergencias o desastres a lo largo del país, ese dinero no fue utilizado, por lo que consideró oportuno restablecer el ahora programa como fideicomiso.

 

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