Las aguas de las presas del Río Conchos

La crisis del agua y la violencia en la zona de los distritos de riego del Río Conchos fue iniciada por el desagüe realizado por la Autoridad Federal con apoyo de la Fuerza Pública. Volúmenes de agua son descargados de las presas El Granero, La Boquilla y Las Vírgenes en la temporada de secas lo cual pone en peligro por lo menos un ciclo agrícola en los distritos de riego que dependen de dichas presas.

Mesa de Estado de Derecho de Chihuahua, MED Chihuahua o MED, grupo ciudadano integrado por profesionales de diferentes disciplinas, grados académicos y experiencia profesional, promueve el diálogo ciudadano sobre el Estado de Derecho para el Bien Común y temas relacionados. Para ello compartimos información científica básica, en lenguaje sencillo al alcance de todos, útil para que cada interlocutor forme su criterio y actúe según su voluntad.

Los productores agrícolas y los avecindados han sido impedidos por las Fuerzas Federales para acercarse a las obras de desagüe como ha sido común por más de setenta años, ya que ellos han vigilado las presas, han participado en las decisiones de extracción y operan los distritos de riego con acuerdos federales vigentes.

La producción agrícola, pesca de subsistencia, la actividad turística y la de recreación ya han sido afectados por las descargas y por la presencia atemorizante de la Fuerza Pública Federal. Los ecosistemas del interior de las presas y de su zona de influencia mostrarán deterioro gradual en la disminución de peces, plantas, insectos polinizadores y animales silvestres. Los pozos dentro de las zonas de influencia de los mantos freáticos influenciados por las presas, agua subterránea, también verán afectado su profundidad y cantidad de agua disponible, lo cual afectará a pozos agrícolas, frutícolas y de abastecimiento humano.

La reacción de los productores de los distritos de riego fue primero en busca de diálogo, documentado en vídeos públicos. El diálogo se demoró y luego fue autoritario y de menosprecio a decir de los afectados. Todo sin acuerdos a favor del agua concesionada y con serias dudas sobre la razón y el destino del agua descargada.

El despliegue y uso de la fuerza pública, la falta de diálogo de la autoridad federal y la incertidumbre de los productores agrícolas y avecindados sobre el desagüe de las presas ocasionó enfrentamientos de defensa porque se causaba daño a su propiedad en su producción agrícola. La reacción violenta no se hizo esperar y se mostró el poder del descontento ciudadano ante una decisión gubernamental fuera de lógica, se incendiaron vehículos, oficinas públicas y casetas de peaje.

Hubo gases lacrimógenos, golpes y detenidos, entre ellos el Presidente Municipal de Rosales que respaldaba a los productores en sus manifestaciones ante la Guardia Nacional que aseguraba la operación de desagüe de la Presa Las Vírgenes. Los golpes, gases lacrimógenos, balas de goma y detenciones fueron señal inequívoca de que el diálogo no interesaba a la autoridad federal, solo la imposición central se tomaba en cuenta y se oprimía a los ciudadanos afectados sin dejarles otra alternativa que su defensa.

A todo ciudadano llama la atención que no haya información profesional clara de parte de la administración pública federal del porqué del desagüe en plena época de sequía de las presas La Boquilla, Las Vírgenes y El Granero y la supuesta congruencia con los acuerdos nacionales y binacionales vigentes.

También, es preocupante y asombrosa la incapacidad de diálogo profesional, respetuoso y oportuno de las autoridades responsables de los desagües de las presas realizados en plena sequía y que son contradictorias a la práctica profesional y sin conflictos en los más de 70 años anteriores de operación de presas, distritos de riego y tratado internacional sobre el aporte de agua al Río Bravo por México y USA.

Además, se causan graves perjuicios a los avecindados por la imposición de decisiones autoritarias y el uso de la fuerza pública en contra de la práctica civilizada del diálogo y el respeto del Estado de Derecho y de operación de la Comisión Internacional de Límites y Aguas por más de 70 años.

Comisión Internacional de Límites y Aguas, CILA, integrada con profesionales de México y USA, monitorea las precipitaciones pluviales, los almacenamientos asignados a los usuarios de los distritos de riego en cada país y los flujos de agua al río Bravo en los puntos de descarga convenidos en ambos lados de la frontera México –  USA, todos los cuales se cuantifican y registran constantemente de manera científica y clara mediante la mejor tecnología digital disponible en tierra y con satélites que trasmiten de manera instantánea y precisa todos los datos a los organismos operadores en ambos lados de la frontera. En términos generales la lluvia de ambos países se administra en tres volúmenes, el correspondiente a México, el correspondiente a USA y el aportado por cada país al río Bravo y almacenado principalmente en las presas Falcón y Amistad para ser usado por ambos países.

Chihuahua vivirá las repercusiones de estas acciones tomadas porque deterioran el ecosistema que se ha creado con el funcionamiento de las presas, las cuales han mejorado las condiciones para todo ser vivo en la zona y que serán afectadas de largo plazo por la falta de agua hasta la llegada de lluvias que reparen el daño y restablezcan los volúmenes de almacenamiento en las presas.

En el subsuelo las aguas de las presas alimentan pozos de una región muy extensa para uso de agricultores, fruticultores y rancherías que se verán afectadas gradualmente al paso de los meses con la disminución del manto acuífero y por lo tanto tendrán todos menor disponibilidad de agua mermando sus actividades habituales.

El desagüe de las presas en época de estiaje, de secas, hace que se pierda alrededor el 80% del volumen originalmente desalojado en su curso en infiltración, evaporación e inundaciones en los cauces antes de llegar al río Bravo. Por eso el aporte al acuerdo binacional se hace con aguas excedentes en época de lluvias, no con aguas concesionadas, almacenadas en las presas, para agricultura y otros usos.

Supuesto que sea el propósito la aportación de aguas al tratado, obligación de México de aportar al Río Bravo, no hay una base del Tratado Internacional para tal afirmación, ya que no hay plazos vencidos para las entregas convenidas. También el Tratado Internacional define condiciones de excepción, críticas, como son las sequías, en las cuales se modifican los plazos de entrega en ambos lados de la frontera.

El Tratado Internacional establece condiciones hasta hoy favorables a ambos países, México y USA. Fue elaborado en su parte técnica por un mexicano brillante. No es conveniente modificación alguna, no hay justificación técnica, y dadas las condiciones políticas de ambos países es muy probable que México quede en grave desventaja si se solicita una revisión del tratado, no hay razones para pensar que un nuevo tratado sería de mayor ventaja para México.

Lo que sí es necesario es que las autoridades que tomaron las decisiones, las ejecutaron y causaron daños en propiedad pública y particular sean sujetos de responsabilidad legal para cumplimiento del Estado de Derecho y prevención de nuevas improvisaciones de servidores públicos sin suficiente capacidad profesional e irresponsables que además alteran la paz social con sus errores graves.

Para estar dentro del Estado de Derecho es necesario que la Autoridad Federal explique a satisfacción de los Distritos de Riego y Profesionales Imparciales las razones de los desagües de presas en Chihuahua, finque responsabilidades a los titulares de las dependencias correspondientes y repare los daños causados.

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