La misión de los concursantes no era nada fácil.
De hecho, en la historia, solo unos pocos gobiernos se han lanzado a semejante aventura: enviar una nave espacial a la Luna.
El concurso lo organizó XPRIZE, una fundación sin fines de lucro, con sede en California, que tiene como objetivo organizar competencias públicas para promover el desarrollo tecnológico.
Y contó con el patrocinio de Google. Por eso se llamó: Google Lunar XPRIZE.
«Después de una estrecha consulta, realizada en los últimos meses, con nuestros cinco equipos finalistas de Google Lunar XPRIZE, hemos concluido que ningún equipo intentará llevar a cabo un lanzamiento para llegar a la Luna el 31 de marzo de 2018 (día que se estableció como fecha límite) «, indicó la organización el martes en un comunicado firmado por sus directores, Peter Diamandis y Marcus Shingles.
XPRIZE reconoció que se tratada de una misión difícil y, aunque esperaba que para este momento hubiese un ganador, «debido a dificultades en la recaudación de fondos y desafíos técnicos y de regulación, el gran premio de US$30 millones no será reclamado».
No solo se trataba de un lanzamiento
El concurso se abrió en 2007 con el objetivo de promover iniciativas globales, no gubernamentales, que ayudaran a reducir los costos que implica viajar al espacio.
La idea era pedirles a los equipos participantes que buscaran principalmente financiamiento privado para desarrollar y lanzar módulos robóticos lunares.
Pero no se trataba solo de que el aparato aterrizara en la Luna.
También debía recorrer 500 metros en su superficie y enviar imágenes en alta definición a la Tierra.
«Estamos extraordinariamente agradecidos con Google por permitir este viaje de 10 años y por tener la visión y el coraje de apoyar y catalizar la industria espacial comercial, que era el objetivo final de esta competencia», indicó XPRIZE.