Un «paquete» hecho de medias es la mejor arma de esta mujer

Una mujer de Santiago de Chile identificada enFacebook como Gabi Medina se volvió viral al proponer una creativa forma de «darle una lección» a los acosadores callejeros.

Medina realizó una publicación de Facebook en la que explicaba que, cansada de los acosos diarios, decidió fingir que tenía un «paquete» entre los pantalones. La solución dio resultado: los acosadores se incomodaron con ella.

Este es el texto completo. ¿Estarías de acuerdo con ella?

Se preguntarán por qué tengo paquete? Debo decir que me quedó perfecto, dos calcetines y listo. Hice esto como venganza. Sí, porque soy de las mujeres a las cuales los piropos, silbidos o palabras susurradas al oído cuando va por la calle me ponen incómoda. Y como el hombre al parecer no entiende que una no necesita su cumplido, esta vez decidí hacerles entender por la mala. Junté harta rabia, caminando por Santiago centro y hasta en el ascensor de mi edificio, y hoy me atreví a llevar a cabo mi plan. Salí a la calle con mis dos calcetines bien puestos y en la esquina de mi edificio, dónde hay una construcción, recibo mi ahora tan anhelado «piropo».

«Ay mijitaaa rica» (voz de depravado, así media susurrada). Para su sorpresa, lo miro y sonrío. Cruzo la calle, siempre sonriendo y mirándolo a los ojos, me acerco.

«Hola, cómo estás? Me encantó tu piropo…» No se lo esperaba, obviamente. Incómodo se ríe y me dice que si quería hacer algo algún día. «

Obvio, te doy mi número… Eso sí tengo esto (señalando mi paquete), espero no te moleste»

Su cara… Su cara… Fue una indescriptible. Sólo quería explotar en risa pero debía mantener el papel.

«No… No… Gracias, cómo se te ocurre? Chao».

«Pero pensé que me habías encontrado mina? Qué pasó?» Cada segundo que pasaba se ponía más incómodo.

Quería salir corriendo y se notaba. Le dije que él se lo perdía y se fue. Ahora voy con mi paquetito en el metro, viendo la cara de los tipos que primero me miran el poto y después el paquete. Qué viaje más feliz! Ya saben chiquillas… La solución está a dos calcetines de distancia.

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