LOS índices de violencia en Ciudad Juárez han aumentado de manera alarmante, pese a las tantas reuniones de seguridad donde le ponen más atención a esta frontera. Los ojos se centran en el fiscal de la Zona Norte, Jesús Carrasco, quién no ha dado el ancho en esa zona. Por ello, se indican, ya le enviaron un memorándum para que se ponga las pilas, o en caso contrario, le seguirá los pasos al ex fiscal de la zona centro. Tan solo el fin de semana pasado hubo 19 muertes violentas, y en un solo caso el presunto asesino fue detenido; se trata de un hombre que se entregó a la policía luego de que tras discutir con su esposa la privó de la vida a cuchilladas. El día que más personas asesinadas hubo en Ciudad Juárez el pasado fin de semana, fue el domingo, con nueve casos. Los días viernes y sábado fueron cinco personas cada día. Fueron varios los casos de personas encobijadas localizadas en la vía pública. Entre las víctimas se encuentran tres mujeres. Mientras esto ocurre el Gobierno Estatal presume los “avances” que tienen el fiscal general, y el secretario de seguridad pública estatal. Mientras esto ocurre, el Gobierno federal presume el aumento de patrullajes y elementos del Ejército, y Guardia Nacional. En resumen, puede haber un policía, y un militar en cada esquina, pero mientras no exista verdadera coordinación, un cambio de estrategia y un cambio de mandos eficientes, no se verán avances en este tema, y los cuerpos de personas asesinadas continuaran apareciendo.
SOBRE este tema, el secretario de seguridad Gilberto Loya, estará este día en el Congreso del Estado para responder dudas de la Junta de Coordinación Política. Uno de los cuestionamientos será la fracasada estrategia de seguridad en todo el Estado, y la famosa estrategia tecnológica de seguridad de la Torre Centinela en Ciudad Juárez. Loya llegara con su power point para indicarles a los diputados que la torre Centinela y sus subsedes rehabilitadas con tecnología, van a dar el ancho para la frontera.
DICEN que hay un inspector en la Policía Vial que se mantiene “tumbando” con dinero a oficiales bajo su mando, a cambio de no arrestarlos por motivos que normalmente se inventa. Los inconformes ya fueron y pusieron la queja con los jefes pero de nada sirve, pues sigue trabajando como si nada y de paso quitándoles parte de sus quincenas, y “mordidas”.
Los quejosos señalaron que este problema continuara mientras continúe su amistad con el titular de la corporación, ya que ambos se benefician de este tipo de arreglos.
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