Chihuahua.- En algunas colonias de la ciudad, entre ellas el Cerro de la Cruz, Díaz Ordaz, Vistas Cerro Grande, Jardines de Oriente y Urbi entre otras, las personas batallan desde hace unos meses a la hora de comprar un foco, pues los adictos los compran incluso fundidos para consumir cristal, por lo que los abarroteros llegan a vender hasta más de 100 en una semana.
NOTA RELACIONADA: #AUDIO EL CRISTAL ME VUELVE «CHINGÓN»; NO LE HACE QUE ME MATE A NADIE LE IMPORTO
“Aquí hay mucha gente a la que le encanta prender el foco; aunque sea de día y haya luz”, dice José Luis en tono de broma, al señalar que en su tienda de abarrotes que lleva abierta casi 6 años, durante el último ha notado un incremento descomunal en la venta de focos y eso, asegura tras revelar que los clientes se lo dicen, es porque el consumo de cristal en el Cerro de la Cruz crece día con día.
Con el aumento en el consumo de esta droga, que según los expertos causa rápidamente una adicción de la que es muy difícil salir, es además una droga barata pero que causa estragos en la salud física y mental de forma rapidísima, aumentan también algunos delitos que comenten las personas que las consumen.
De hecho, comenta José Luis, “alrededor del 35% de las personas que vienen continuamente a comprar focos no son adictos, sino víctimas de los que sí consumen y no tienen para comprarlos y drogarse; por tal motivo es que roban los de las cocheras de los vecinos; por ejemplo”.
Dice que también hay padres y sobre todo madres de familia a las que muy seguido se les pierden los focos del interior de sus casas, “y al parecer muchas ni siquiera captan que alguno o algunos de sus hijos los toman para drogarse. Otras no saben qué hacer. E incluso hay algunas que comentan que durante el día o ya cuando se van a dormir los quitan. La cosa está grave”.
Así, hay vecinos que desconocen aún la situación y llegan a recorrer hasta tres tiendas de abarrotes o más en busca de un foco a veces sin éxito, y no se debe a que no haya en realidad o que no se surtan. El “desabasto” de bombillas se debe a que hay adictos que incluso compran algunas que están fundidas y que antes eran merma para los comercios, pues no los necesitan para alumbrar, sino para inhalar el cristal que en ellas preparan. Una situación similar ocurre incluso con los Oxxos de estas zonas, según se investigó.